El Betis de Joan Francesc Ferrer 'Rubi', rival del Mallorca mañana, deambula en tierra de nadie, sumando de uno en uno cuando lo hace y con el objetivo europeo como una quimera cuando, como afirmó el delantero Loren Morón tras el triste punto de Leganés (0-0), los rivales salen con "muchas más marchas" que el conjunto verdiblanco. Desde que el 19 de enero le ganó de manera brillante a la Real Sociedad en el Benito Villamarín (3-0), la imagen, la cosecha de puntos y las expectativas béticas se han diluido con su eliminación copera en dieciseisavos de final ante el Rayo Vallecano, sus empates con Éibar (1-1) y Leganés, y sus derrotas ante el Getafe (1-0) y Barcelona (2-3).

Dos puntos de los últimos doce en liza han alejado a los béticos del único objetivo que le quedaba tras el fallido de la Copa del Rey y, además, con una imagen de equipo espasmódico, con rachas de buen juego diluidas en otras muchas de grisura e inanidad, que aún no sabe qué quiere ser de mayor.

Las jornadas van pasando una tras otra y, como las hojas de un almanaque, cayendo las opciones de que los de Rubi se parezcan a lo que dicen que quieren ser, lo que ilustró con precisión fotográfica, gestual y verbalmente, Sergio Canales tras el desvaído y decepcionante mediodía de Leganés.

"Llevamos tiempo diciéndolo. Se van acabando las jornadas. Hay que pensar en el Mallorca y dejar otras cosas. Visto lo visto lo que tenemos que pensar es en el siguiente partido", aseveró el talentoso cántabro sobre la decepción que reina en el vestuario bético cada vez que se suma de manera insuficiente.

En duodécima posición con 29 puntos, el Betis casi equidista de los puestos europeos (Villarreal, 38 puntos) que de los de descenso (Mallorca, 21) y ello es lo que hace a Rubi tirar de manual al señalar que no van a desfallecer, que van a tratar de ganar a los mallorquinistas "y sumar de tres". "Estamos a una distancia importante pero vamos a seguir peleando", dijo el de Vilassar de Mar, conocedor como pocos del paño y de que el devenir por la Liga se le puede hacer muy largo sin objetivos concretos y cuando aún quedan 42 puntos por disputar.

Esta cifra daría más que de sobra para acercarse al objetivo si no fuera porque las sensaciones que transmite el equipo bético van en paralelo a los puntos y porque los jugadores, a los parece costarle un mundo ganar los partidos, menguan en sus prestaciones y potencial conforme pasan jornadas sin ganar.

Con los 42 puntos por delante, los primeros tres que el Betis afronta casi como un imperativo categórico son los tres de mañana por la noche ante el Mallorca en el Villamarín, objetivamente importantes por sí mismos y por ser el conjunto bermellón el que marca los puestos de descenso, con ocho puntos menos que los verdiblancos.