Pasan las jornadas y la situación del Real Mallorca es cada vez más delicada. El equipo de Vicente Moreno sigue dejando escapar oportunidades en los desplazamientos, y en Son Moix, donde comenzó de manera convincente, sacando los resultados aunque fuera a duras penas, está fallando más de la cuenta. De ahí los tristes 18 puntos que figuran en su casillero tristes 18 puntos que figuran en su casillero y que, tras la derrota del pasado domingo en el RCE Stadiumderrota del pasado domingo en el RCE Stadium, meten de nuevo al equipo en zona de descenso.

La puntuación del Mallorca cuando ya se ha alcanzado la vigesimotercera jornada del campeonato es de equipo condenado al descenso. Con estos 18 puntos, la proyección es que finalizará el campeonato con 29 o 30, una cantidad del todo insuficiente para garantizar la permanencia.

El Mallorca presenta una racha nefasta de solo cuatro puntos de los últimos treinta disputados. El empate en Balaídos el 15 de diciembreempate en Balaídos el 15 de diciembre, en el único punto obtenido lejos de Son Moix, y la victoria sobre el Valencia (4-1) el 19 de enero han sido las únicas noticias positivas desde noviembre, hace cuatro meses. El resto han sido derrotas, de todo tipo y de todos los colores, en casa y, sobre todo, fuera. En este periodo, en Palma han ganado el Betis, Sevilla y Valladolid, y los rojillos han perdido en los campos. En los últimos tres partidos ha encajado cinco goles y no ha marcado ninguno.

Los 18 puntos que figuran en el casillero del Mallorca, los mismos que su rival del domingo y el Leganés, suponen una media de 0,78 por partido. En casa ha conseguido casi la mitad de los puntos disputados (17 de 36), un aprobado justo, y fuera 1 de 33, un dato muy deficiente.

El equipo volvió a demostrar en Cornellà El Prat su endeblez cuando se le presentan contratiempos en forma de gol. Como otras tantas jornadas cuando ha jugado lejos de Son Moix, el equipo de Moreno plantó cara a un Espanyol que demostró con creces por qué está luchando también por la permenencia, pero que prácticamente bajó los brazos cuando encajó el gol de Raúl de Tomás al cuarto de hora de la segunda parte. Con media hora por delante, algunas acciones de Kubo y un remate de cabeza de Budimir en el tiempo añadido fueron los únicos signos de vida del Mallorca.

Ni qué decir tiene que el encuentro del próximo sábado ante el Alavés en Son Moix es prácticamente decisivo para saber si el equipo baja los brazos definitivamente o se mantiene dispuesto a pelear por la permanencia hasta el último partido. El conjunto vitoriano, decimocuarto con 27 puntos, tiene bien encarrilada la salvación, pero con quince jornadas por delante no se puede dormir, por lo que llegará a Palma a por la victoria.

Rivales directos

Visto el rendimiento del equipo cuando juega fuera de la isla, gran parte de las aspiraciones de permanencia pasan por lo que pueda hacer en Son Moix. Entre los siete rivales que deben pasar todavía por el recinto mallorquinista se encuentran el Celta y el Leganés. El conjunto gallegó salió el domingo del descenso tras su agónica victoria sobre el Sevilla y el Leganés aparece con los mismos puntos que el Mallorca. Por supuesto que estos dos partidos se deben ganar para seguir soñando. Si fuera así, los rojillos dispondrían del golaverage a favor con todos sus rivales por evitar el descenso, después de que decantara el domingo el golaverage a su favor tras perder por un gol de diferencia cuando en la primera vuelta el Mallorca se impuso por 2-0 al Espanyol. Alavés, el próximo sábado, Barcelona, Getafe, Granada y Levante son los otros equipos que deben pasar por Palma.

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