El partido de este domingo entre Espanyol y Mallorca será muy especial para tres jugadores del plantel bermellón. Salva Sevilla, Antonio Raíllo y Marc Pedraza conocen a la perfección a su rival, ya que durante varias temporadas vistieron la elástica del conjunto catalán.
En 2014 el Betis bajaba a Segunda y Salva Sevilla se marchaba al Espanyol. El centrocampista inició un periplo en el club catalán que finalizó en 2017. Con un papel testimonial en su última temporada como périco -solo jugó seis encuentros- el de Berja recibió la oferta del Real Mallorca para meterse en el barro de la Segunda B y devolver al equipo al fútbol profesional. En su etapa en el conjunto catalán, Salva disputó 47 encuentros y coincidió en el vestuario con uno de sus actuales compañeros de plantel, Antonio Raíllo.
El cordobés aterrizó en el Espanyol en la temporada 2013/14 para defender los colores del filial del club. Durante dos cursos el futbolista andaluz jugó en Segunda B, hasta que en 2015 logró su ansiado debut en la máxima categoría del fútbol español de la mano del técnico Sergio González. Raíllo disputó cuatro encuentros con el primer equipo, pero la falta de minutos le obligaron a buscar una salida fuera de la Ciutat Condal, en la Ponferradina.
Por su parte, Marc Pedraza se fraguó como futbolista en la cantera del club catalán. El centrocampista debutó con el filial durante la temporada 2002/03, con solo 15 años, y durante cinco temporadas compaginó su trabajo entre el primer y el segundo equipo. No sería hasta 2010 cuando abandonaría definitivamente el Espanyol para fichar por el Hospitalet. El Numancia llamaría posteriormente a la puerta de Marc.
