"Antonio Sánchez sigue corriendo en el césped del municipal, no hay forma de pararlo", rezaba un cariñoso tuit de la cuenta @mirandesismo más de doce horas después de haber eliminado en los octavos de final de la Copa del Rey al todopoderoso Sevilla. El mallorquín, que está deslumbrando en la Segunda División y en la Copa del Rey, disputa hoy con su Mirandés un partido histórico ante el Villarreal. Anduva se va a llenar para buscar el pase a las semifinales del torneo del KO con el palmesano en el equipo titular. Como en la Liga. El centrocampista, de 22 años, se ha convertido en todo un referente por su rendimiento y una capacidad de trabajo que no está pasando desapercibida para los clubes de Primera. Toda una joya que el Mallorca, que le renovó a solo dos días de finalizar el mercado de verano hasta 2021, tiene a su disposición para la próxima temporada. Tiene una cláusula de nueve millones de euros, una cifra que si sigue esta progresión puede quedarse corta. Está por ver si desde Son Moix mueven ficha para prolongar su vinculación ante el interés que está despertando su juego.

El sueño del palmesano, formado en Son Bibiloni y primo del jugador del Alavés Ximo Navarro, es vestir la camiseta bermellona en la elite. Lo ha confesado más de una vez ante los micrófonos y lo está demostrando sobre el césped en los campos de Segunda División en su primera experiencia en el fútbol profesional.

Es evidente que está haciendo méritos de sobra para tener una oportunidad en Son Moix, aunque el técnico Vicnete Moreno, después de un amistoso de verano, no se lo quisiera llevar a la pretemporada en Benahavís. Fue un palo para el futbolista, que trabajó con el filial de Tercera División bajo las órdenes de Julián Robles a la espera de que se definiera un futuro que pasó por Miranda de Ebro. Y no se equivocó porque lo está jugando casi todo en uno de los equipos revelación de Segunda. Sánchez ha disputado 1.886 minutos, repartidos en 23 partidos de Liga, y ha marcado un gol. Y en Copa del Rey fue el gran protagonista de los dieciseisavos de final, ya que marcó el tanto que eliminó al Celta en la primera gran gesta de los castellanos de este curso.

Andoni Iraola, preparador del Mirandés, le ha convertido en indiscutible y la polivalencia en el centro del campo es uno de sus grandes avales. Ha pasado de jugar como pivote, de los que abarca mucho campo, a actuar en la mediapunta gracias a su capacidad de llegada desde atrás y buen disparo desde la frontal.

La historia de Antonio Sánchez es la de un futbolista que ha sabido adaptarse a las circunstancias para ir escalando. Militó en el Poblense y en el Mallorca B de Tercera antes de triunfar, también como cedido, en un Barakaldo de Segunda B que se metió en el play-off de ascenso. Eso llamó la atención del Almería y Tenerife el pasado verano, entre otros, aunque su prioridad siempre fue jugar en el Mallorca. Y no va a parar hasta que lo consiga. Mientras tanto, sigue haciendo méritos lejos de casa.