El partido del sábado ante el Valladolid en Son Moix (0-1) supuso un varapalo muy duro para las aspiraciones de permanencia del equipo al caer en casa ante un rival directo. Además, sirvió para dejar muy tocados a varios jugadores como Joan Sastre, Salva Sevilla o Budimir, que vivieron una pesadilla durante todo el encuentro y mostraron su peor versión en uno de los momentos más inoportunos de la temporada.

Sastre

A Joan Sastre se le notó la inactividad después de haber superado una lesión jugó en Copa del Rey la semana pasada? y no ser titular en un partido de Liga desde el pasado 7 de diciembre ante el Barcelona. Al porrerenc se le vio falto de ritmo, demasiado encasillado en su posición y sin apenas llegar arriba para apoyar al equipo en fase ofensiva. Sastre estuvo muy impreciso en los envíos largos y poco contundente en defensa. Debe mejorar mucho sus registros o Fran Gámez, incomprensiblemente fuera de la convocatoria ante los pucelanos, no tendrá problemas en volver a ser titular.

Xisco Campos

Entrar en el campo sin calentar no es sencillo, pero sus graves errores en la jugada del gol de Ünal marcaron el devenir del encuentro. Es difícilmente explicable la mala toma de decisiones que tomó en la jugada tratándose de alguien con tanta experiencia. Si algo tiene es que con su edad ha pasado por mil situaciones similares y lo superará. Su compromiso sigue fuera de toda duda, pero el sábado dilapidó gran parte de la opciones de volver a jugar con Raíllo, Valjent y Sedlar por delante.

Salva Sevilla

Tras perderse el duelo ante la Real y haber entrenado un par de días esta semana al estar enfermo, quizá el sábado no era el día para que saliese de titular. El equipo funciona con él marcando el ritmo de juego, y eso fue lo que faltó ante el Valladolid, precisamente en su partido número 100 con el Mallorca. Muy lento en la circulación, impreciso en las jugadas a balón parado y con sensación de llegar tarde a cada duelo. Jugó todo el encuentro, pero mereció el cambio.

Lago Junior

Algo le sucede al costarmarfileño. Hace ya muchas jornadas que no es ese jugador desequilibrante por banda y valiente en el uno contra uno. Ante el Valladolid no se le vio. Y no porque no lo intentara, sino porque parece que no le sale nada. Por su banda fue Lumor el que llevó todo el peligro y en la segunda parte, cuando hacía falta un arreón de orgullo y echarse el equipo a la espalda, no apareció. Lago es el primero que se exige a sí mismo, pero la falta de soluciones en el banquillo no le ayuda.

Budimir

Ante Budimir terminó desesperado ante el conjunto pucelano. Vigilado sin descanso los noventa minutos por Salisu y Kiko Olivas, no recibió casi ningún balón en condiciones. Condicionado por su pronta tarjeta amarilla en la primera mitad, no pudo cuerpear en los duelos aéreos, uno de sus puntos fuertes. Muy alejado del área y con la línea de presión del equipo muy abajo, no dispuso de ninguna ocasión clara para batir a Masip.

Cucho Hernández

El colombiano se ha mostrado como el complemente perfecto en la delantera para Budimir por su lucha y entrega, pero el sábado se le vio falto de las dos cosas. Muy alejado de su compañero, se desgastó en la presión por zonas innecesarias del campo y con el balón en los pies no creó peligro y comienza a preocupar su falta de gol. Es necesario que empiece a aportar en esta faceta, ya de por sí escasa en el grupo, o de lo contrario las opciones del equipo para conseguir el objetivo se reducirán aún más.

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