Hay equipos que tienen muy buena relación con las situaciones límite y un ejemplo de ello en los últimos tiempos es el Real Madrid, que ha resuelto partidos que estaban acabados, pero que por genética ganadora en muchas ocasiones ha resuelto al final y en algunos casos gracias a su central y capitán Sergio Ramos.
A eso se le llamaron los minutos 'noventayramos'.
Y digo esto porque el Real Mallorca no tiene 'noventayloquesea' para resolver partidos como el del Valladolid en Son Moix.
La situación era la idónea para ello: 0-1 en el marcador y volcados en ataque con tanta timidez que el milagro era imposible. Estaban en el campo jugadores como Budimir, Cucho Hernández, Take Kubo o Lago Junior y ninguno encontró por dónde.
Si a eso se le añade lo blandos que estuvieron en defensa Salva Sevilla, Xisco Campos y Sastre, tras pérdida de Lumor, en el gol del Valladolid, se unen todos los factores posibles para acabar perdiendo, y de paso para empezar mal el rosario de partidos clave para optar de verdad a la permanencia.
Ahora se visita al Espanyol y luego viene el Alavés y no se puede repetir un partido como el jugado contra el Valladolid, con 'noventayramos' o con lo que sea.
Y por si faltaba algo se lesiona Raíllo. A perro flaco, todo son pulgas. Y el mercado se acabó.