Ante Budimir está viviendo sus mejores días como jugador del Mallorca. El delantero bermellón se ha acostumbrado a marcar a pares en Liga y el domingo ante el Valencia volvió a lograr dos dianas. De este modo, acumula ocho tantos esta temporada y tres dobletes, un registro que ningún jugador del conjunto mallorquinista había logrado desde Dani Güiza -que logró anotar dos goles en cuatro partidos y un triplete en la temporada 2007/2008-, campaña en la que se coronó como pichichi de la categoría con 27 goles.
El delantero de Zenica está aumentando sus prestaciones y acumula cinco tantos en las últimas cinco jornadas de campeonato liguero. Frente al Valencia, Budimir tiró de todo su repertorio para imponerse en el área valencianista y ser el dueño del balón cada vez que llegó a sus pies. Ariete de múltiples recursos, el primer tanto lo hizo con la rodilla, mientras que en el segundo dejó en el suelo con un sutil recorte a Dhiakaby, que fue un espectador de lujo viendocómo el balón entraba en la portería de Jaume Doménech tras un fuerte zurdazo cruzado.
A pesar de mostrar una alta efectividad de cara a portería (ocho goles en 26 tiros a puerta), su mejoría goleadora ha evidenciado que Budimir necesita a otro jugador de perfil atacante a su lado para explotar mejor sus virtudes.
Obligado en muchos encuentros a tener que desgastarse en exceso en la presión y atrasar mucho su posición en el campo para entrar en contacto con el balón, la irrupción de Cucho Hernández en el equipo le ha acercado mucho más al área contraria, su hábitat natural, lo que ha provocado que disponga de un mayor número de ocasiones en los encuentros.
Otro dato a destacar es que el doblete del domingo fue el primero que ha servido para que el Mallorca puntúe en un encuentro. El primero que logró en Liga fue ante el Getafe (4-2). Los azulones dominaban el encuentro con un claro 3-0, pero el Mallorca recortó distancias primero con un gran cabezazo de Budimir y más adelante con otro tanto del croata con la espuela de la bota, aunque no fue suficiente para remontar.
Ante el Barcelona en el Camp Nou (5-2) llegó el segundo doblete del año. El primer tanto fue muy parecido al del domingo ante el Valencia, cruzando el balón con un fuerte disparo tras un pase filtrado de Salva Sevilla. El segundo de la noche llegó al aprovecharse de una mala salida del guardameta alemán Ter Stegen, rematando por alto de cabeza e imponiéndose a la pareja de centrales del Barcelona. Cuatro goles que, al contrario que ante los de Celades, cayeron en saco roto y no permitieron puntuar a los bermellones.
Si en algo está de acuerdo al mallorquinismo es que los poco más de dos millones que se pagaron por él en verano -estuvo seis meses en calidad de cedido por el Crotone italiano- son una de las mejores inversiones que ha hecho la dirección esta temporada desde su llegada al club.
Desde que recaló en la isla, se ha convertido en un fijo para Moreno y el curso pasado respondió con seis goles en veinte encuentros, siendo especialmente importante el que logró en la final del playoff de ascenso ante el Deportivo de la Coruña. Ahora lleva ocho en 19 partidos, y sin lanzar ninguno de los siete penaltis de los que ha dispuesto el equipo, se encuentra entre los máximos realizadores del campeonato.
Ante Budimir es el faro ofensivo del Mallorca y su irrupción en la Liga está cogiendo fuerza en este tramo de la temporada, mostrándose como un delantero temible para las defensas rivales y al que no le pesa el balón en los pies. Mucha parte de la opciones de permanencia dependen de él y de su acierto de cara a gol. Este domingo a partir de las 18:30 horas ante la Real Sociedad tendrá una nueva oportunidad de seguir engordando sus cifras.
