Un gol de Aleix Febas a los 26 minutos le fue suficiente al Mallorca para estar presente el próximo martes en el bombo de la tercera eliminatoria de la Copa del Rey. Al final, la diferencia entre un Primera y un Tercera como el Zamora se evidenció solo en el ajustado resultado porque los castellanos realizaron un partido más que digno, demostrando por qué es el mejor líder de Europa.

Vicente Moreno volvió a apostar por los tres centrales, Sedlar, Raíllo y Valjent, como en Granada, prescindiendo de los extremos, con Budimir y Cucho Hernández en punta. El partido fue malo, aburrido para el espectador, porque pasaban muy pocas cosas. El Zamora era todo voluntad, entrega y entusiasmo ante un Mallorca dispuesto a quitarse de encima el trámite con los menores sustos posibles. La verdad es que el equipo rojillo no pasó por excesivos apuros, aunque lo estrecho del marcador siempre daba lugar a que el más mínimo error se pagara con el empate.

No fue un partido brillante del Mallorca, tampoco se esperaba que lo fuera porque el equipo no está para excesivas alegrías, pero la clasificación debe servir para aumentar la autoestima, que falta hace, en un equipo que ha roto una racha de seis partidos sin conocer la victoria. Que Moreno no se fiaba del Zamora lo demuestra la alineación que puso en liza, con solo Lago y Dani Rodríguez fuera del once titular entre los habituales.

En la segunda parte el Zamora le puso una marcha más, y pudo empatar en el minuto 70, pero Sergio García se encontró con un Fabricio que cubrio muy bien la portería y al delantero local se le hizo de noche. Que Moreno no quería que ninguna circunstancia que le obligara a salir de su guion previsto lo demuestra el hecho de que sustituyera a Salva Sevilla solo dos minutos después de ver tarjeta amarilla a la hora de partido. Pedraza entró en su lugar para fortalecer el centro del campo. También volvió a pisar un terreno de juego Trajkovski, otro de los olvidados de Moreno, que entró por Cucho a falta de veinte minutos. Y a diez del final fue Dani Rodríguez el que entró por el goleador Febas. En la primera pelota que tocó el gallego remató al poste derecho de la portería de Villanueva, con toda la portería para él. Culminó de esta manera un rápido contragolpe iniciado por Fran Gámez en el que participó Budimir. El Mallorca se podría haber ahorrado diez minutos de sufrimiento.

En cualquier caso, el conjunto rojillo logró el objetivo de la clasificación, que es de lo que se trataba. Ahora le esperan los dieciseisavos de final también a partido único, seguramente ante un Segunda, el próximo 22 de enero. Ahora toca de nuevo la Liga, con la visita del Valencia a Son Moix.

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