El Sevilla es el peor rival posible del Mallorca para despedir 2019. O al menos eso demuestran sus estadísticas como visitantes ya que los hispalenses son el mejor equipo fuera de casa de toda la Primera División. Todo un reto para los de Vicente Moreno, que son conscientes de que necesitan vencer mañana, en el duelo que se disputará a las 13 horas en Son Moix, para garantizar su puesto fuera del descenso durante las largas fiestas navideñas.

El problema es que los números de los andaluces, terceros en la clasificación, evidencian su efectividad lejos del Sánchez Pizjuán. Han ganado cinco partidos de nueve, con dos empates y solo dos derrotas, o lo que es lo mismo, han obtenido diecisiete puntos de veintisiete posibles, una cifra superior, por ejemplo, a la que ha sumado el Mallorca como local en lo que se lleva de curso -catorce-.

Los de Julen Lopetegui ya hicieron una declaración de intenciones nada más empezar el campeonato, con triunfos consecutivos en sus tres primeras salidas. Derrotaron al Espanyol (0-2), Granada (0-1) y Deportivo Alavés (0-1) con cierta solvencia para ocupar una parte alta de la tabla que sigue sin abandonar.

Sus dos únicos tropiezos llegaron después de forma consecutiva, al perder en Ipurua ante el Eibar (3-2) y frente al Barcelona en el Camp Nou (4-0). Pero el Sevilla recuperó su gran regularidad como visitante rascando un valioso punto de Mestalla contra el Valencia (1-1) y, sobre todo, demostrando su pegada en el derbi en el Benito Villamarín ante el Real Betis (1-2) y en Valladolid (0-1).

En la última salida tampoco bajó los brazos en el siempre complicado El Sadar de Pamplona al empatar contra Osasuna (1-1). Eso sí, la sorprendente derrota de la anterior jornada ante el Villarreal en su feudo (1-2) eleva sus obligaciones de vencer ante el Mallorca porque suma dos encuentros seguidos sin sumar los tres puntos de golpe.

El Sevilla basa su poderío como visitante en su solidez defensiva, ya que apenas ha encajado diez tantos -cuatro de ellos fueron ante el Barcelona-, y ha anotado once. Su falta de puntería le ha impedido vencer con mayor diferencia de goles, pero lo cierto es que sabe rentabilizar sus tantos. Además, en Son Moix recupera a Ocampos, sancionado con tres partidos, uno de sus puntales. Un adversario temible que el Mallorca tendrá que tumbar. No queda otra.