Era un estadística demoledora que se debía romper como fuera. Balaídos fue el escenario del primer partido en el que el Mallorca empieza perdiendo y consigue evitar la derrota. Es un paso hacia adelante muy importante porque era un problema que afectaba al grupo en lo anímico y, por supuesto, tenía una incidencia directa en la clasificación. El gol de Budimir en el minuto ochenta y tres que significó el empate a dos tiene mucho más valor que este punto, que de por sí es petróleo. Los de Moreno habían empezado por debajo en el marcador, habían conseguido igualar con la diana de penalti de Salva Sevilla, pero Iago Aspas, también desde los once metros, había desnivelado la balanza. Y cuando más difícil parecía, con uno menos por la expulsión de Raíllo, llegó el tanto del croata.

Más allá de que hubiera cuajado algunas buenas actuaciones -con matices-, como ante el Valencia (2-0) o Levante (2-1), o muy malas, como en Leganés (1-0) o Valladolid (3-0), todos los tropiezos tenían en común que el equipo había empezado perdiendo y que se había mostrado incapaz de revertirlo.

Hasta ayer en Vigo, solo en una ocasión ha bía conseguido empatar tras iniciar su duelo cuesta arriba. Fue en el Ciutat de València, cuando Dani Rodríguez puso el 1-1 tras el tanto de Roger Martí. La pena para los baleares es que después Rochina volvió a instalar el definitivo 2-1.

Esta particular circunstancia se da tanto en casa, donde los rojillos se han mostrado más fiables, como fuera, donde no había podido rascar algo hasta este duelo ante el Celta. Así había sucedido ante la Real Sociedad (0-1), Atlético de Madrid (0-2) y Betis (1-2). Los baleares deben tratar siempre de ponerse por delante en el electrónico, aunque sea solo por hacer caso a los números. Eso siempre se ha traducido en victorias o, como mal menor, en empate, como el que sumó ante Osasuna. Frente al Eibar (2-1), Espanyol (2-0), Real Madrid (1-0) y Villarreal (3-1), las cuatro victorias de este curso por el momento, siempre empezó marcando. Y ante el Athletic no anotó, pero tampoco encajó, por lo que el botín fue de un punto en Son Moix (0-0), aunque eso es otra historia.