La recuperación de Lago Junior y la irrupción del Cucho Hernández plantea un nuevo puzzle en los esquemas de Vicente Moreno. El trascendental encuentro del domingo en Balaídos ante el Celta no invita a los experimentos, pero lo que es seguro es que el técnico del Mallorca tiene más opciones que nunca para diseñar un once competitivo. Son ocho jugadores -Baba, Salva Sevilla, Febas, Dani Rodríguez, Salva SevillaFebasDani RodríguezKuboBudimir- para seis posiciones, aunque la polivalencia de algunos de ellos elevan todavía más las posibilidades del preparador valenciano para formar el centro del campo y la delantera.

Da la sensación que Budimir es intocable. Y todavía más después de haber anotado dos dianas en el Camp Nou -lleva cinco en la Liga- en la goleada encajada la pasada jornada ante el Barcelona (5-2). El croata está siendo indiscutible como ariete de referencia y, ni Chavarría, Abdón o AbdónÁlex Alegría le han apartado de los elegidos. A partir de ahí Moreno tendrá que mojarse. Porque Kubo está en un sensacional estado de forma y no parece que vaya a regresar al banquillo. Está demostrando personalidad y descaro en el extremo derecho en un momento en el que el balón no puede quemar.

Si Lago, que fue baja en el anterior duelo por problemas en los isquiotibiales, sigue su progresión estará a disposición de Moreno el domingo. El marfileño es indiscutible, por lo que todo apunta a que regresará a la titularidad en el flanco izquierdo. ¿Y eso dónde deja a Dani Rodríguez? Esta es una de las grandes incógnitas porque el gallego ha sido un fijo hasta ahora, tanto cayendo a la banda diestra como por dentro del centro del campo. Pero lo mismo podría decirse de Febas y Salva Sevilla, por lo que da la impresión de que uno de los tres se quedará en el banquillo. Lo que parece seguro es que Baba, que no ha estado a un buen nivel en sus últimas actuaciones, estará por detrás de ellos en el pivote defensivo.

Además, la irrupción de Cucho Hernández, que ha causado una grata impresión a Moreno desde que llegó a Son Bibiloni, ofrece todavía una opción más para el ataque. Su estado físico quizá no le permite ser todavía titular, pero es evidente que está llamado a ser importante en el Mallorca, tanto en la posición de delantero, en solitario o acompañando a Budimir, o escorado a una de las bandas. Eso sí, eso obligará a mover el habitual esquema del de Massanassa, que solo apuesta por actuar con dos arietes cuando su equipo está perdiendo. Jamás lo ha decidido de inicio en lo que se lleva de temporada. Haga una cosa u otra en Balaídos, los baleares no pueden perder porque este resultado les metería en puestos de descenso. Eso sí, un empate o un triunfo supondría una inyección de autoestima importante

CONTENIDO_RELACIONADO

  • La cara B de la goleada del Camp Nou
  • El descenso se juega en Balaídos

FIN_CONTENIDO_RELACIONADO