El ser humano es dado a buscarle explicaciones lógicas a todo lo que hace, aunque en el mundo del fútbol a veces todo es tan sencillo como cuando el mítico técnico Vujadin Boskov dijo, en un precario español, aquello que se ha hecho tan famoso de 'fútbol es fútbol y gol es gol' para explicar que las cosas en este deporte son como son, no como deberían ser. Solo así se explica que el Mallorca no haya sumado en ninguno de los dos partidos jugados ante el Levante y el Betis tras haber hecho 14 y 16 remates a portería, de los cuales más de la mitad fueron entre los tres palos. Los que se fían de los números encontraran una excusa a esta falta de eficacia en que los de Moreno han tenido delante a los dos porteros, Aitor Fernández y Joel Robles, que más paradas hacen en Primera. También avalan la lógica de la derrota otro datos numéricos, como que el Mallorca sea el equipo que más penalties concede, hasta 14 en lo que llevamos de Liga, con un Baba especialmente señalado a la hora de cometerlos.

Fiarlo todo al número de puntos que se logren en Son Moix se ha convertido ahora, tras la derrota ante el Betis, en algo más que aventurado y si el Mallorca está fuera de los puestos de descenso se explica, al menos en una parte alícuota, en la horrorosa campaña que están haciendo también otros equipos como el Leganés, el Celta de Vigo o el Espanyol, que sigue sin ganar en casa y hasta es capaz de encajar dos goles cuando juega con un hombre más.

El futuro nos enfrenta a un escenario para temblar, con una visita al Camp Nou, un partido a vida o muerte contra el Celta en Balaídos y la visita de un Sevilla en forma. Encadenar cinco derrotas sería ya dejar atrás los números de permanencia que nos mantienen la ilusión.