El partido de Antonio Raíllo quedó marcado por el penalti que cometió sobre Gerard Moreno a los tres minutos de la segunda parte. La falta fue clara sobre el exdelantero del Mallorca, al que agarró primero y luego le propinó una patada. Del Cerro Grande, muy bien situado, no tuvo dudas y señaló la pena máxima. El Villarreal se ponía a un gol con toda la segunda parte por delante. Pero Kubo dejó en anécdota el error de Raíllo, aprovechado por Cazorla desde los once metros, cuando cuatro minutos después marcaba el 3-1. Fue el único lunar de un Raíllo que, como Valjent, dominó todos los balones aéreos. El andaluz, con una gran experiencia, sabe que este tipo de acciones suelen acabar en penalti. Gerard mostró toda su pillería al caer cuando notó el contacto del central del Mallorca.