El Mallorca afronta a partir del viernes 22 de noviembre, con la visita al Levante, una fase que puede ser clave en el devenir del equipo en la Liga. Con la visita al Ciutat de València, el equipo de Vicente Moreno inicia una serie de cuatro partidos de los que tres de ellos los jugará lejos de Son Moix. No es un dato menor, teniendo en cuenta que el conjunto rojillo figura como el único equipo que todavía no ha sumado un solo punto como visitante.el conjunto rojillo figura como el único equipo que todavía no ha sumado un solo punto como visitante

Con este paupérrimo balance, cualquier partido lejos de Palma se presenta como un 'tourmalet' para el Mallorca, sea quien sea el rival. Tras visitar al Levante, que aventaja en tres puntos a los bermellones, visitará la isla el Betis, que aparece en la clasificación con un punto menos que los rojillos tras su derrota el pasado domingo en el derbi sevillano disputado en el Villamarín. Por caprichos del calendario, el partido cobra una especial trascendencia ya que, dada la debilidad del equipo cuando le toca desplazarse, debe hacerse fuerte ante su afición. De momento, los números en Son Moix son más que aceptables, sumando 14 -todos los que tiene- de los 24 que ha habido en juego. Este partido será el sábado 30 de noviembre, una semana antes de que el Mallorca visite el Camp Nou ante un Barcelona intratable cuando juega ante su afición. El fútbol es imprevisible, pero todo lo que no sea una victoria del conjunto azulgrana sería toda una sorpresa.

No se acaban aquí los viajes porque en la decimoséptima jornada, con fecha todavía por determinar -entre el 13 y el 15 de diciembre-, el Mallorca visita Balaídos para medirse a un Celta con la soga al cuello, y a día de hoy, en zona de descenso. El conjunto gallego, entrenado desde la semana pasada por Óscar García Junyent, cuenta con una nómina de jugadores que le obliga a estar luchando por objetivos ambiciosos. Los Rafinha, Denis Suárez y Aspas, entre otros, no están cumpliendo con las expectativas, pero pocos son los que dudan de que este equipo saldrá de la zona pantanosa más pronto que tarde.

El Mallorca despedirá 2019 recibiendo al Sevilla el sábado 21 o domingo 22 de diciembre. En función de los puntos que ha sido capaz de sacar el equipo en los cuatro partidos precedentes, se presume un duelo clave.

Lo que está claro es que, lo que ahora es una situación relativamente tranquila, con cinco puntos sobre el descenso -aunque todo cambia de una jornada a otra-, puede tornarse en complicada si el equipo regresa de vacío de sus tres desplazamientos. Uno parece perdido de antemano, el Camp Nou, por lo que los hombres de Moreno deben dar el do de pecho en Valencia y Vigo para no volver a estar entre los tres peores de la categoría.

Los jugadores, que dispondrán de dos días de descanso el viernes y el sábado -el domingo retornarán a los entrenamientos pensando en el duelo del viernes ante el Levante-, entrenaron ayer con las ausencias de Lago Junior, Fran Gámez, Raíllo y Fran GámezRaílloFebas, además de los internacionales que están concentrados con sus respectivas selecciones. El buen ambiente tras la victoria ante el Villarreal presidió la sesión preparatoria.

El Levante, el primer rival del Mallorca, ha completado el primer tercio de la temporada con una evidente mejoría en sus registros defensivos, ya que si el curso pasado acabó como el segundo equipo más goleado de LaLiga ahora es el noveno mejor en esta faceta. Con dieciséis goles en contra en las primeras trece jornadas, Paco López ha dado con la tecla.

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