No hay manera. Da igual que enfrente esté el Getafe, el Leganés o como este mediodía el Real Valladolid, el Mallorca es incapaz de hacer los deberes cuando cruza el charco. Al conjunto bermellón le falta pólvora en la delantera y Budimir está muy solo. Sin un disparo entre los tres palos en los 90 minutos de partido, es muy complicado sacar un resultado positivo, imposible. Este domingo además, los de Moreno se desfondaron tras el primer tanto. El equipo vivió un calvario en una segunda parte interminable en la que pudieron caerles goles de todos los colores.

El equipo rojillo apunta su quinta derrota a domicilio consecutiva. Un tanto de Joaquín al filo del descanso, el acierto de Ünal desde los once metros y un trallazo de Sandro en el descuento les bastó a los pucelanos para sumar los tres puntos e imponerse a un Mallorca cuya situación empieza a ser alarmante. En la semana en la que el equipo tenía que sacar un rédito positivo de los tres partidos que afrontaba en solo siete días, finalmente se tiene que conformar con un solo punto, insuficiente y aterrador.

Como era de esperar tras la carga de trabajo de los últimos días, Moreno apostó por una pequeña revolución en el once, aunque hubo un cambio que llamó especialmente la atención. Manolo Reina ha sido uno de los jugadores destacados del conjunto bermellón en este inicio de curso y cuesta entender que el malagueño tuviera que dejar su puesto bajo los tres palos al canario Fabricio si no es por causa mayor. Regresó al once Joan Sastre en detrimento de Gámez, Marc Pedraza en sustitución de Baba y Take Kubo por Aleix Febas.

El Mallorca empezó bien plantado ofensivamente hablando e intenso en las pérdidas de balón. A los tres minutos el equipo ya había dispuesto de su primera oportunidad tras una gran galopada de Lago Junior por el carril izquierdo, el centro aterrizó en los pies de Joan Sastre, quien atropellado lanzó el balón a las nubes. El costamarfileño y Kubo dotaban al equipo de una gran movilidad por banda, con buenas diagonales y centros al área, mientras que Salva Sevilla ordenaba el juego desde la distancia.

El paso de los minutos despertó al Real Valladolid, que probó al debutante Fabricio con un disparo raso de Óscar Plano que apenas inquietó al guardameta bermellón. El Mallorca tanteaba al rival, sin pasar excesivos apuros, jugando con armonía entre área y área, pero con falta de puntería en los últimos metros.

Pronto los pucelanos se percataron de la autopista que Lumor ofrecía por banda y fue por ese carril por donde los de Sergio González empezaron a llamar a la puerts. El Mallorca seguía cerrando bien sus líneas, pero cedía peligrosos espacios en los que Moyano y Barba buscaban sacar provecho.

Justo cuando las gradas del Nuevo José Zorrilla empezaban a inquietarse por la falta de ideas de su equipo a la hora de crear juego, un córner botado por Míchel al segundo palo fue cabeceado al fondo de la red, imposible para Fabricio. El jarro de agua fría, antes de tomar el camino de los vestuarios, fue de inconmensurables proporciones.

Si duro fue el chasco tras el tanto encajado, complicado de describir fue el varapalo que recibió el Mallorca en el inicio de la segunda parte. Una incomprensible falta de entendimiento entre Raíllo y Fabricio provocó un penalti del cancerbero. No falló Ünal desde los once metros para dar prácticamente por sentenciado el encuentro. El Mallorca se desordenó y el Valladolid aprovechó la anarquía que se implantó sobre el verde del Nuevo Zorrilla para hacer de las suyas. La tuvo Óscar Plano, en un mano a mano con Fabricio, pero el canario despejó a córner en su única intervención digna de destacar. El cancerbero fue incapaz de hacer una sola salida con solvencia durante el partido, despejando cualquier duda sobre quién debe ocupar la titularidad bajo los tres palos.

Los cambios que introdujo Moreno (Febas, Aridai y Abdón), no sumaron en exceso, pero al menos no restaron como ocurrió el pasado jueves ante Osasuna. En los últimos minutos el partido se calentó y quedó visto para sentencia, conformista el Valladolid y desquiciado el Real Mallorca. Sandro, por si no tuvieran suficiente, sorprendió con un trallazo en el tiempo de descuento para firmar el 3 a 0 defeinitivo en el luminoso.

Para el encuentro del próximo domingo ante el Villarreal, Moreno no podrá contar con una de sus piezas clave, Salva Sevilla, quien vio la quinta amarilla.

Ficha técnica:

Real Valladolid: Masip; Moyano, Olivas, Salisu, Barba; Joaquín (Antoñito, min. 85), Míchel (Alcaraz, min. 63), Óscar Plano, Toni Villa; Enes Ünal y Sergi Guardiola (Sandro, min. 71).

Real Mallorca: Fabricio; Sastre, Raíllo, Valjent, Lumor; Marc Pedraza (Febas, min. 60), Salva Sevilla (Abdón Prats, min. 75), Dani Rodríguez, Lago Junior; Take Kubo (Aridai, min. 67) y Budimir.

Goles: 1-0: Joaquín de cabeza (min. 39). 2-0: Ünal desde el punto de penalti (min. 49). 3-0: Sandro (min. 93).

Árbitro: Medié Jiménez (C. catalán).

Tarjetas amarillas: Míchel (min. 45), Salva Sevilla (min. 54), Joaquín (min. 63), Ünal (min. 76), Valjent (min. 76), Alcaraz (min. 85), Sastre (min. 88) y Febas (min. 90).

Tarjetas rojas: No hubo.

Estadio: Nuevo José Zorrilla ante 18.419 espectadores.

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