El Real Madrid es líder de la Liga, pese a ser un equipo descompensado. Zidane no tiene alternativas para variar su dibujo, un 4-3-3 al que ya están habituados la mayoría de sus jugadores. El hábito de haber actuado muchos partidos juntos, y la enorme calidad de sus futbolistas, ha permitido a los blancos sacar adelante muchos encuentros.

Defensa: Muchos espacios atrás

El Real Madrid sufre cuando el rival le coge a la contra, porque suele jugar con los laterales muy avanzados y sus centrales en mediocampo. Con un solo pivote defensivo, necesita que los interiores y la gente de arriba presionen cuando pierden el balón. Sus mejores resultados los ha tenido cuando el equipo ha jugado junto, más protegido en defensa y todos ayudando. Aún así, sus jugadores tienen bastantes carencias individuales defendiendo y cuanto más mueve el rival la pelota, más despistes se producen.

Ataque: Mejor por la izquierda

La presencia de Marcelo, Kroos, Benzema y, ahora, Hazard condiciona al Real Madrid, que suele cargar su ataque por la izquierda. Alternativas como Vinicius o Isco también prefieren esa zona y el equipo acaba superpoblando esa banda, situación que obliga a aparecer en ataque a Carvajal para ayudar al extremo derecho; el equipo se ensancha y deja demasiados espacios por el centro al rival para armar sus contras. Los de Zidane son muy peligrosos al contragolpe, porque son más clarividentes, rápidos y certeros.