La última vez que Mallorca y Real Madrid se enfrentaron en partido de Liga en el estadio de Son Moix fue el 28 de octubre de 2012, hace nada menos que siete años, debido al descenso del conjunto rojillo aquella temporada. Y el partido fue para olvidar. El Real Madrid, muy superior, se impuso por nada menos que 0-5 en un duelo que la previa ya no invitaba a pensar en nada positivo por la negativa trayectoria del equipo de Joaquín Caparrós.
El Mallorca de aquella nefasta temporada, en la que se puso punto y final a dieciséis campañas en la máxima categoría del fútbol español, fue un equipo a la deriva, pese a que la plantilla no era ni mucho menos para descender.
La alineación del Mallorca aquel día fue Aouate; Ximo, Conceiçao, Geromel, Bigas, Martí, Fontàs (Pina, m.46), Nsue, Gio (Arizmendi, m.60), Víctor (Marc Fernández, m.77) y Hemed.
Por parte del Real Madrid jugó Casillas; Ramos, Varane, Pepe, Essien; Xabi Alonso (Albiol, m.80), Ozil, Modric, Di Maria (Callejón, m.75), Ronaldo, Higuaín (Morata, m.79).
Del once titular del Mallorca ya no queda nadie, mientras que del Real Madrid siguen en la plantilla Sergio Ramos, Varane y Modric. En principio, solo el primero de estos tres formará en el equipo titular esta noche. Varane puede empezar en el banquillo pensando en el Galatasaray, mientras que Modric causa baja por el golpe que recibió en el partido Croacia-País de Gales, de fase de clasificación para la Eurocopa. El resto de jugadores ha dado muchas vueltas en estos siete años transcurridos. Casillas está prácticamente retirado y trabaja en el Oporto; Xabi Alonso entrena, Ozil juega en el Arsenal, Di Maria en el PSG e Higuaín y Ronaldo coinciden en el Juventus.
Aquel 28 de octubre jugó en el Mallorca Pep Lluís Martí, que el pasado mes de junio era el entrenador del Deportivo que perdió la eliminatoria del ascenso contra el conjunto rojillo. El hecho de no lograr el ascenso le costó no renovar con la entidad gallega.
El Mallorca llevó números de descenso durante toda la temporada. El 4 de febrero de 2013, después de perder 3-0 en Anoeta y sumar seis puntos de 51 posibles, a Serra Ferrer no le quedó más remedio que destituir a su amigo Caparrós. El máximo dirigente del Mallorca por aquel entonces recurrió a un viejo conocido, Gregorio Manzano, el entrenador de la Copa del Rey en 2003. Los números del entrenador de Bailén no fueron de descenso -y de eso presumió el técnico en su última rueda de prensa-, pero el mal ya estaba hecho. La falta de puntos pesaron y el equipo descendió.
