Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Análisis

Un soplo de felicidad antes del parón

Nadie dijo que iba a ser fácil. Salvar la categoría cuando vienes de Segunda División es la única exigencia que se le puede hacer a los tres nuevos en la Liga Santander, aunque dos de ellos, Osasuna y Granada especialmente, la han comenzado con mejor nota que el Mallorca, que ocho jornadas después sigue anclado en la zona de abajo, aunque ayer dio un paso en la buena dirección, lo que permite además rearmar al equipo de Moreno.

La victoria es un bálsamo antes del parón liguero por los partidos de las selecciones y es de capital importancia, tanto por el hecho de romper una racha negativa, un punto de los últimos dieciocho, como porque se ha logrado ante un rival directo como el Espanyol.

La fiesta por tan crucial triunfo no ha de nublarnos el juicio para que veamos que faltan muchas cosas para completar con éxito la misión. Al equipo le sigue costando un mundo crear ocasiones, como si se le apagaran las luces cuando llega al área, una carencia que comparte con nuestro rival de ayer, que es el que menos gol tiene en toda la categoría. Por una vez fue el Mallorca el que se aprovechó de los errores de bulto del rival, especialmente en el segundo tanto que daría la tranquilidad.

El margen de necesaria mejora es muy alto, pero si Zidane considera que el Real Madrid necesita refuerzos para lograr sus objetivos, qué no ha de pensar Moreno con lo que tiene.

Compartir el artículo

stats