El entrenador del Espanyol, David Gallego, afirmó ayer en Palma, tras la sesión preparatoria del equipo en Son Bibiloni, que el encuentro contra el CSKA de la Liga Europa en Moscú "ya está olvidado", y apostó por centrarse en el siguiente rival en la competición doméstica, el Mallorca de Vicente Moreno, en un duelo con muchas urgencias para los dos equipos.

El partido de Moscú fue un impulso anímico para el vestuario tras la mala trayectoria en la Liga, con cuatro derrotas en otros tantos partidos como local, y el técnico quiere aprovecharlo. "Debemos convencernos de que podemos competir en LaLiga como lo hacemos en Europa. Ese es el impulso que nos puede dar el encuentro del jueves. Hay que apretar y conseguir puntos", dijo el máximo responsable técnico del Espanyol.

El entrenador, en líneas generales, se mostró satisfecho del crecimiento del proyecto: "Sigo disfrutando del equipo y veo que va creciendo, que tiene buenas sensaciones, que está muy unido y me hace ser muy optimista. Lo dije hace tiempo, este equipo en un par de meses cogerá su estado", subrayó.

Cuestionado por el desgaste de sus futbolistas, Gallego reconoció que el grupo viene de un "esfuerzo muy grande", aunque no puso excusas de cara al partido de este mediodía en el estadio de Son Moix. "Tenemos plantilla suficiente como para hacer un buen once y que compita este domingo", insistió el preparador blanquiazul, consciente de que después viene un parón de selecciones, por lo que podrían jugar muchos de los que el jueves vencieron en Moscú.

Respecto al Mallorca, el responsable del banquillo blanquiazul destacó que se trata de un rival "muy intenso". "Analizándolo en profundidad ves que es un equipo que tiene menos puntos de los que ha merecido. Está como nosotros y le tengo muchísimo respeto", subrayó Gallego, para quien una derrota le pondría de nuevo en la diana de las críticas.

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