El Mallorca no baja a Segunda ni con el segundo equipo. Si baja me meto en el mar y no salgo de la bahía", dijo Luis Aragonés tras una derrota en una de sus temporadas en Primera con el Mallorca, cuando la amenaza del descenso se había instalado ya en el subconsciente de la afición. Todo un ejercicio de autoconfianza en el plantel que tenía el técnico.

Vivir en el alambre no es una experiencia desconocida para el Mallorca, sino algo de lo más habitual cada vez que milita en la máxima categoría del fútbol español. Sin tener que irnos a la prehistoria de La Liga y si nos atenemos a la última experiencia en Primera, que se extendió durante 16 dorados años, el Mallorca se ha encontrado hasta cuatro veces en posición de descenso en la jornada 7 y ha conseguido revertir la situación. La única, y no menos importante diferencia, es que en esas cuatro temporadas de necesidad de revertir una situación adversa el plantel que defendía los colores rojillos lo conformaban jugadores con una experiencia en Primera.

Moreno tiene el equipo que ha heredado de sus dos ascensos consecutivos de categoría y los refuerzos que Molango y Recio le han suministrado. No sabemos si será suficiente para sobrevivir. Ojalá el técnico valenciano, como Luis en su día, esté dispuesto a jugarse un chapuzón a que esta plantilla salva la categoría. El primer paso para evitar el remojón será una victoria ante el Espanyol.