El rédito que otorgó la victoria de la primera jornada de competición ante el Eibar se acabó. El triunfo consumado ayer por el Eibar ante el Sevilla y el empate del Espanyol ante el Celta coloca, por primera vez en esta temporada, al Real Mallorca. El conjunto bermellón, que acumula cinco jornadas consecutivas sin sumar los tres puntos, se desploma a la décimo novena posición de la tabla tras la disputa de la seis primeras jornadas.

Vicente Moreno ya vivió una crisis similar de resultados. Durante el año en Segunda B, el equipo no logró la victoria en seis partidos, por lo que la situación no es nueva para el técnico valenciano.

El conjunto bermellón ha sumado solo uno de los últimos quince puntos. Una victoria (ante el Eibar), un empate (frente al Athletic) y cuatro derrotas (ante Real Sociedad, Valencia, Getafe y Atlético de Madridsitúan al equipo que dirige Vicente Moreno en la zona de descenso junto a Espanyol, con cinco puntos, y Leganés, con dos.

Ganar el domingo en Mendizorroza o rascar al menos un empate del campo del Alavés comienza a ser una necesidad imperiosa para los bermellones. El Mallorca necesita cambiar su dinámica cuanto antes y, aunque jugar fuera de Son Moix no suele augurar nada positivo, el equipo confía en sus posibilidades.

Tras la disputa de los dos últimos encuentros, el conjunto bermellón ha suscitado demasiadas dudas. Los pupilos de Moreno, que en las cuatro primeras jornadas dieron la cara en todos los partidos ante rivales de entidad como el Valencia o el Athletic, han bajado sustancialmente sus prestaciones tras los dos últimos encuentros. En el Coliseum, el Mallorca firmó su peor encuentro de la temporada, pese a que llegó a la segunda parte con posibilidades de empatar el envite. Este pasado miércoles, ante el Atlético, el equipo rojillo no compareció por Son Moix hasta la segunda parte, pudiéndose ir al descanso con un resultado en contra mucho más abultado.

Evidentemente no es cómo se empieza, y si no que se lo digan al Real Mallorca de la temporada 2012/13, que tras la disputa de la sexta jornada de competición sumaba once puntos y descansaba en la quinta posición de la tabla, en puestos europeos.

El equipo bermellón, dirigido en aquella etapa por Joaquín Caparrós, encadenaría, desde la jornada seis, catorce encuentros consecutivos sin ganar, unos resultados que provocaron la destitución del preparador de Utrera y que, irremediablemente, también condujeron al equipo hacia el descenso a la división de plata del fútbol español.