El club se ha ganado, solo por su gestión deportiva de las dos últimas temporadas, un margen de confianza a la hora de calificar su trabajo. El Mallorca ha tenido un mes menos que el resto de clubes para diseñar la plantilla solo por su tardío e inesperado ascenso, aunque eso no es excusa para que sea la mejor posible dentro de las posibilidades económicas de la entidad. Tal y como está ahora el plantel, estoy convencido de que competirá entre los mejores, pero quizá eso no bastará para atar la permanencia. O quizá sí. Es obligada la llegada de un recambio para Lumor en el lateral izquierdo, en este punto no hay discusión. Pero no hay que engañarse, los que tirarán del carro ya están en Son Bibiloni desde julio, con Vicente Moreno a la cabeza. Y eso siempre es una buena noticia.
