El jugador de Costa de Marfil, decisivo con sus goles la pasada temporada, debe ser un jugador importante esta temporada en la máxima categoría. Ayer no lo fue. Lago Junior fue el más discreto de los mallorquinistas en la primera parte. No tuvo protagonismo con el balón y nunca se fue de su par. Mejoró de forma ostensible en la segunda parte. Con su entrega habitual, intachable, estuvo más en contacto con el balón. Cuando está entonado se convierte en un jugador peligroso por su banda, como demostró cuando en el minuto 71 puso un balón franco a Daní Rodríguez. Pocos minutos antes probó fortuna con un disparo que se fue desviado. Fue el más flojo de los titulares ayer, pero de su calidad y carácter nadie duda. Llegarán sin duda tardes mejores para Lago.