Las nuevas reglas de juego para la temporada 2019-2020 castigarán con tarjeta roja las entradas por detrás al talón de Aquiles y premiarán a los defensores que busquen disputar el balón, según la explicación de las mismas ofrecida este martes por el Comité Técnico de Árbitros (CTA).

En una jornada formativa para los medios, María Luisa Villa, miembro de la comisión técnica del CTA y formadora certificada FIFA, indicó que los objetivos para la temporada que arrancará en unos días persiguen la consistencia y uniformidad en las decisiones, la reducción de los errores y la protección de los jugadores.

Villa destacó que se ha pedido a los futbolistas respeto dentro de la charla que se está dando a los equipos, así como que no protesten en masa a los colegiados en jugadas clave como goles o fueras de juego, ya que estas son revisadas siempre por el sistema de videoarbitraje (VAR) y en caso de error serán corregidas.

Dentro de las nuevas reglas, definidas por la International Football Association Board (IFAB, por sus siglas en inglés), Villa incidió en que desde ahora se castigarán con tarjeta roja las entradas por detrás en las que el punto de contacto esté en el talón de Aquiles, una zona de alto riesgo de lesión; infracciones que estarán en el punto de mira.

Una de las jugadas analizadas hizo referencia al uso de los brazos para protegerse en la que se diferenció entre tarjeta amarilla, si el infractor toca con la mano la cara del rival para hacerlo sin ser consciente de la posición del contrario, y cartulina roja, en caso de que el golpeo sea con el codo o con un "exceso de fuerza e impetuosidad".

Los nuevos criterios 'premian' a los defensores que intentan disputar el balón para que estos no sean expulsados cuando cometen una infracción, ya sea en un ataque prometedor dentro del área -sin tarjeta- o en una ocasión manifiesta de gol -cartulina amarilla-.

Otra de las modificaciones afectará a las sustituciones. Los futbolistas abandonarán el terreno de juego por el centro del campo, como es habitual, pero ahora la IFAB da potestad al colegiado para indicar al jugador que salga por la línea de banda más próxima siempre y cuando vea que este pretende perder tiempo en los minutos finales de un partido ajustado.

El cambio que influye más en el devenir del juego es que los rivales pueden entrar en el área a robar el balón en los saques de meta o tiro libre cuando este se ponga en juego y no cuando salga del área y que los defensas pueden recibirlo dentro de la misma. Esta norma se aplicó en algunas competiciones en verano como el Europeo Sub-19.

Con las nuevas reglas se reducen los botes neutrales o balón a tierra, ya que si el colegiado tiene que parar el juego el esférico será para el equipo que lo tenía en su posesión en el lugar en que fue tocado por última vez y el rival tendrá que estar, mínimo, a cuatro metros de distancia.

Esto tiene una excepción cuando la jugada es dentro del área y el árbitro detiene la acción a causa por ejemplo, de un choque entre dos futbolistas que se han quedado tendidos sobre el césped. En este caso el balón se le dará al portero defensor.

El bote neutral sí se realizará en el supuesto de que el árbitro toque el balón y cambie la dirección del mismo para generar una ocasión de peligro, ya que este deja de ser un 'poste' como se consideraba anteriormente.

Por último, Villa especificó que los jugadores rivales no podrán estar integrados en la barrera y tendrán que guardar un metro de distancia de ella y que se permitirá a los guardametas dar un paso hacia adelante sin tener que estar con los dos pies sobre la línea