El otro día un buen amigo, de los que presume sentir los colores, se lamentaba del talante del mallorquinismo, sobre todo del que habita en las redes sociales, y también criticaba a la prensa. Y sin darme tiempo a responderle me recordó lo que se decía justo ahora hace dos veranos, con el club herido muy grave, antes de jugar en Segunda B. "Con este equipo seremos de los buenos del grupo 3, pero otra historia es quedar campeón y subir porque el play-off es muy complicado", dijo incluso con un tono de rabia. El resultado es que el Mallorca cuajó una sensacional temporada y regresó al fútbol profesional por la puerta grande. "¿Y sabes qué se decía el año pasado?", me preguntó sin darme opción a abrir la boca. "Que la Segunda era otra historia y que el Mallorca lo pasaría muy mal para ser competitivo y que era un error mantener el bloque de Segunda B, que solo servían cinco o seis jugadores", resaltó elevando incluso más su voz antes de añadir una última idea. "Y ahora los tuiteros y los periodistas nos decís que el equipo que han hecho Recio, Molango y Moreno no es suficiente para mantenerse en Primera", afirmó. "Pues te digo una cosa, a ver si este año acertáis después de los desastres de los dos últimos años", finalizó con ironía. Le tuve que dar la razón. Con matices, claro.
