Se levantan y desayunan junto al resto de sus compañeros, se desplazan al campo anexo al hotel de concentración del equipo, escuchan la charla del míster, pero cuando empieza lo bueno sobre el verde, Abdón Prats y Aridai Cabrera toman sus bártulos y ponen rumbo al gimnasio. Sus respectivas lesiones les han vuelto uña y carne en tierras andaluzas. El artanenc y el canario están viviendo un 'stage' diferente en Benahavís. No es el deseado, es el que les toca.

"¡Venga Abdón! ¡Otra vez tengo que estar por ti! Siempre esperándote", protesta Aridai a viva voz. "¡No exageres tampoco! Tira tú y ya voy yo, no te pongas nervioso, parece que no sabes vivir sin mí", le replica por su parte el futbolista mallorquín.

Y es que, de las 24 horas que tiene el día, Abdón Prats y Aridai Cabrera pasan prácticamente todo el tiempo juntos. Solo en sus respectivos cuartos (el canario lo comparte con Fran Gámez y el artanenc con Joan Sastre), consiguen olvidarse el uno del otro. Y ni con esas.

Aridai y Abdón coincidieron en el filial bermellón entre 2010 y 2012, cuando ya hicieron muy buenas migas. El fútbol separó sus caminos, pero el Mallorca volvió a unirlos en Segunda B, hace ahora dos temporadas.

Pese a las continuas bromas entre ambos, el 'stage' no está siendo sencillo para ninguno de ellos. El resto de sus compañeros preparan su regreso a la elite del fútbol español, mientras que ellos, con continuos ejercicios de estiramientos y gimnasio dirigidos por el fisioterapeuta Christian Castilla, tienen que reprimir su desazón.

Abdón Prats se lesionó el pasado 23 de junio, durante la vuelta del play-off de ascenso ante el Dépor. El delantero mallorquín, tocado en su rodilla derecha, espera regresar a los terrenos de juego a finales de septiembre.

Por su parte, Aridai sufre una rotura de grado II-III de su gemelo. El canario se lesionó durante durante el primer entrenamiento de la pretemporada el pasado 13 de julio. Tardará al menos dos meses más en volver a vestirse de corto y ayudar al equipo. No es el regreso a Primera deseado, pero juntos, las penas pasan mejor.

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