El extrenador mallorquinista Koldo Aguirre, que dirigió al Real Mallorca, falleció ayer en Bilbao a la edad de 80 años. Como entrenador del club bermellón, dirigió al equipo durante solo 11 jornadas, en las que consiguió 4 empates y 7 derrotas. Estos resultados le valieron para ser destituido al frente del equipo por el presidente Miquel Contestí. Su sustituto fue Marcel Domingo, que no consiguió evitar el descenso a Segunda División a final de temporada. El Mallorca había hecho una gran inversión en verano tras subir a Primera, fichando jugadores como Paco Martínez o Estella (Barça), Izquierdo y García Jiménez (Rayo), Juani (Las Palmas), Verón (Racing) y Armstrong (que había jugado el Mundial con Irlanda del Norte). En esa plantilla también estaban Amer, Zuviría, Sabido, Delgado, Riado, Higuera o Barrera.

Como jugador, destacó especialmente en el Atlethic de Bilbao. Aguirre fue centrocampista de los leones entre 1957 y 1969, dos veces campeón de Copa, entrenador durante tres temporadas y embajador de la entidad. El de Sondika se incorporó al club con 17 años, tras pasar por Erandio, Villosa y Alavés, y le dedicó sus mejores años hasta que abandonó el equipo después de 296 partidos y 64 goles para colgar las botas en el Sabadell, con el que apenas disputó tres encuentros.

Su 'bautizo' como futbolista fue la final copera de 1958 ante el Real Madrid de Di Stéfano, encuentro que disputó con apenas 18 años y ocho enfrentamientos con la camiseta rojiblanca, y que finalizó con un 0-2 para los 'once aldeanos'. Internacional en siete ocasiones entre 1961 y 1965, también será recordado por los cuatro goles que marcó en los segundos 45 minutos de un partido fuera ante el Espanyol en el que el Athletic perdía 3-0.

Tras su etapa como futbolista, Aguirre se sentó en el banquillo para hacerse cargo del club, con el que rozó el santoral del equipo en la campaña 1976-77 con los subcampeonatos de la UEFA (ante la Juventus) y Copa del Rey (Real Betis). Tras pasar por Hércules, Valencia, Mallorca, Logroñés y Lleida, regresó nuevamente al Athletic en 1991 para hacerse cargo de equipos de las categorías inferiores. Finalmente, cerró esta etapa al frente del Barakaldo en 1997.

Una vez fuera de los terrenos de juego y a requerimiento del club, se convirtió en embajador de la entidad bilbaína, recorriendo junto a su inseparable Jose Mari Argoitia todas las peñas de la península.