Pocos minutos después de encajar el primer gol, Marc Pedraza perdió un balón muy peligroso. A la hora de intentar cortar la jugada, llegó tarde e impactó en la cara de Bergantiños, en una jugada totalmente fortuita. La acción continuó y vio la roja, dejando al conjunto de Vicente Moreno con uno menos en el minuto 39.

En este tipo de partidos, donde las pulsaciones están por las nubes, tanto de los jugadores como del cuarteto arbitral, hay que ir con mucho más cuidado. Su expulsión condicionó el partido, abocando al Mallorca a defenderse toda la segunda parte de los embistes de la delantera del Dépor. El resultado final (2-0) pone las cosas muy difíciles para la vuelta de este domingo en Son Moix. Son 180 minutos de eliminatoria y Pedraza debería haber sido más cauto.