Son Moix vivió ayer una fiesta en el encuentro que enfrentó al Real Mallorca y al Albacete. El estadio registró la mejor entrada de la temporada, con 16.311 espectadores, y el equipo notó su aliento durante todo el partido.

En las horas previas, las actividades ideadas por el 'Moviment Mallorqunista' y el club tuvieron un gran éxito, ya que los seguidores bermellones abarrotaron la Puerta 0, esperando ansiosos la llegada del autobús del Mallorca. A su llegada, el bus aminoró la marcha y los aficionados, con bengalas, bufandas y gritos al viento, corearon y vitorearon a los jugadores. Cabe reseñar que la Polícía Local multó a los coches estacionados en el Camí dels Reis.

El estadio, que presentó un impresionante aspecto como hacía muchos años que no recordaba la afición bermellona, vivió su momento más emotivo cuando, durante la entrada de los dos equipos al terreno de juego, todos los aficionados interpretaron a coro el himno del Mallorca a capela. Esto tan solo fue el preludio de lo que vino a continuación. El posible penalti a Dani Rodríguez al poco de empezar encendió los ánimos de la grada contra el colegiado del encuentro, Pulido Santana. Los goles de Leo Suárez y Dani Rodríguez, que firmó una auténtica obra de arte a dos minutos del final, hicieron enloquecer al estadio.

De ahí hasta minuto 95, la gente se mantuvo en pie en sus localidades sin dejar de animar hasta el pitido final. La afición bermellona despidió al equipo con cánticos de 'Si se puede', esperando este no haya sido el último partido de la temporada en Son Moix para el Mallorca y soñando con el ascenso a Primera División.

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