P ¿Se acordaba de la efeméride?

R Sí, la tengo muy presente porque justo un año después, el 19 de mayo de 2000, mi hija empezó a caminar. Esto te marca.

P ¿Cree que con el tiempo esta final se valora más?

R Creo que sí, aunque en aquel momento fue tremendo, mucho más de lo que esperábamos, y eso que no ganamos el título. Fue un hito histórico. Parece que con los años la gesta cobra mayor importancia.

P Cúper le definía como "mi teniente" en el campo.

R No me acordaba. Había muchos tenientes en el campo. La mayoría de jugadores interpretaba muy bien la idea del entrenador. Dos años antes yo ya le tuve en Lanús y ya le conocía. Lo importante es que estábamos todos convencidos de lo que hacíamos y de su idea de juego.

P ¿Le sorprendió el rendimiento que sabía sacar a sus equipos?

R Me sorprendió lo que hizo el primer año porque era su primera experiencia europea. Quedó quinto en la Liga y finalista de la Copa del Rey. Fue sorprendente. Y después logró que los éxitos tuvieran continuidad.

P ¿Ha vuelto a ver aquella final?

R El partido entero no. He visto imágenes aisladas. Debería porque mi hijo (de 12 años) me pregunta por el partido.

P Hubo un ambiente extraordinario.

R Superó todo lo que se podía imaginar. La afición se volcó de una manera increible, se hizo sentir en el estadio. Y en el partido estuvimos a la altura, tuvimos nuestras opciones. El consuelo que nos queda es que defendimos muy bien los colores.

P Se acentuó el mito de que Cúper solo pierde finales.

R No. Se tiende a valorar solo el resultado positivo. Lo que hizo tiene un mérito enorme. Ha hecho finales con casi todos sus equipos. En Argentina ganó la Conmebol y con el Mallorca la Supercopa. Sería comprensible pensar así si hubiera perdido finales con equipos de primera fila, pero no con el Mallorca e incluso el Valencia, con el que llegó a dos finales de Champions.

P Con el 1-1 fueron los dominadores del partido.

R Una de las mejores cosas que hicimos es que empatamos muy pronto y en la segunda parte salimos muy bien. El rival casi no nos creó situaciones de peligro y nosotros sí alguna. Fue lo que nos faltó. Si nos hubiésemos puesto por delante la historia hubiera sido otra.

P ¿Con qué se queda de aquella final?

R Con haber estado a la altura, haber competido bien y demostrar que éramos un buen equipo. Tranquilamente la hubiéramos podido haber ganado.

P Cúper dijo que dirigió a un grupo de jugadores extraordinario.

R Yo, como parte de ese grupo me siento privilegiado y orgulloso. Era un grupo especial, muy currante, muy honesto con la profesión, que iba de cara e iba a morir. Que se dedicaba a crear buen ambiente en el vestuario.

P ¿Ese fue el secreto de aquel equipo?

R Ese fue el secreto, el buen ambiente que había. Grandísimos profesionales, Engonga, Miquel Soler, Roa, Olaizola, Marcelino. Con Roa tenemos contacto periódico, ha venido a Mallorca varias veces.

P Eran un equipo muy incómodo para los rivales.

R Era un equipo con mucho orden, muy difícil de sorprender y que disputaba los duelos individuales.

P El gol de Nedved a siete minutos del final le pilló cerca.

R Disputo una pelota con Vieri, el rechace queda en la frontal y no dio tiempo a cerrar el remate. Definió a la altura de la calidad del jugador que era. Liquidó la final cuando casi no había tiempo para reaccionar.

P ¿La final la ganó el equipo con más calidad?

R A priori sí, tenía muchísima más calidad que nosotros. Le echamos coraje, corazón y creer en nuestro juego. Se dio lo que las apuestas podrían haber dicho.

P Estuvo de ayudante de Cúper en el Mundial de Rusia con Egipto. ¿Qué tal la experiencia?

R Bien. Fantásitca. Me incorporé en la preparación previa al Mundial. Muy cómodo desde el primer día. Fue para un caso puntual. Es gente muy humilde, muy afectuosa y después está Salah, un grandísimo jugador.