El Mallorca está llegando a este tramo decisivo del curso a toda velocidad. El triunfo del pasado sábado en La Rosaleda de Málaga (0-1)triunfo del pasado sábado en La Rosaleda de Málaga (0-1) ha alimentado las esperanzas de clasificarse para el play-off de ascenso a Primera División. Lo que es seguro es que, a falta de solo seis jornadas, ya es cuarto en la clasificación y sigue mirando hacia arriba.

El gol de Leo Suárez en el minuto ochenta y seis de un encuentro muy complicado, unido al empate del Cádiz en su visita al Rayo Majadahonda (1-1), ha aupado a los bermellones a su mejor puesto en la tabla desde la quinta jornada, cuando arrancó un empate en el Martínez Valero de Elche (1-1). Desde entonces, los de Vicente Moreno jamás han bajado de la novena posición, un indicador claro de lo bien que lo ha hecho un equipo recién ascendido.

Ya hay voces que apuntan a la posibilidad de que el equipo está en condiciones de luchar por el ascenso directo, aunque la victoria del Granada frente al Nàstic de Tarragona (2-0) mantiene la diferencia en seis puntos. Es una distancia importante, pero no insalvable, sobre todo porque hay que tener en cuenta que los andaluces deben visitar Son Moix.

Lo que es seguro es que la jornada ha sido redonda para los intereses de los de Vicente Moreno. Vencieron a un rival directo, al que ya le sacan tres puntos y, aunque el golaverage particular está empatado, el general le da por delante a los baleares. Además, el Albacete, que es tercero, perdió en Pamplona ante un Osasuna que ya tiene un pie y medio en Primera División. Eso deja al Mallorca a solo tres puntos de los manchegos, que tienen duelos complicados como, por ejemplo, el que le cruza con el Granada.

Y si los rojillos tienen que mirar el retrovisor, hay motivos para mantener cierta tranquilidad. El Cádiz se queda a un punto y, después del Málaga, que marca la última plaza para el play-off, aparece el Deportivo. Los de Pep Lluís Martí, que vencieron en Soria ante el Numancia (1-2) están a cuatro puntos, aunque es verdad que el Mallorca debe ir a Riazor, mientras que el Oviedo y Sporting se quedan a cinco y siete puntos, respectivamente. Precisamente los gijoneses son el próximo adversario en Palma.

No es el momento de dejar de apretar el acelerador. La autoestima de los isleños está por las nubes. En Málaga demostraron oficio, capacidad de sufrimiento y pegada para enviar un mensaje de que tiene ambición y confianza. Es su momento y tiene que aprovecharlo. Quedan muchas emociones por vivir.

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