"El partido está muy preparado", decía el viernes Vicente Moreno en su comparencia ante los periodistas cuando fue preguntado sobre su ausencia en el banquillo de Los Pajaritos en el partido de esta tarde. El entrenador del Mallorca cumplirá su primer partido de sanción de los tres que le impuso el Comité de Competición tras ser expulsado "por protestar", según el acta, en Córdoba. Esta circunstancia provoca que su fiel ayudante, Dani Pendín, sea el que tendrá que dar la cara a pocos metros de sus jugadores.

El valenciano dejó claro que le gustaría estar en su sitio habitual, pero restó importancia a su ausencia física. Y más con el resto de su equipo de trabajo en el banco. De hecho, tampoco será tan extraño ver al argentino en el área técnica ya que desde el pasado curso en Segunda B, siempre sale a dar las órdenes en las acciones de estrategia, tanto ofensivas como defensivas. Lo que pasa es que ahora será él el máximo responsable durante los noventa minutos. Eso sí, Moreno no estará muy lejos. Ni mucho menos, sobre todo en un estadio tan menudo como el del Numancia. Estará en un pequeño palco, acristalado, en el que se comunicará vía telefónica con el entrenador de porteros, Fernando Maestro, que es el que compartirá sus órdenes con el propio Pendín. Dani Pastor, como siempre, se ocupará de la parcela física.

No es la primera vez que este sistema de trabajo se lleva a cabo este curso. Ya en la primera vuelta sucedió lo mismo después de que el preparador también fuera expulsado ante el Málaga en Son Moix. En El Molinón ante el Sporting, en un duelo que finalizó con derrota (1-0), y en la isla ante el Nàstic, en la que despidieron 2018 con un triunfo (2-0), Pendín ya fue el encargado de corregir a sus jugadores de forma directa. Ahora tendrá que hacerlo en Soria, el próximo domingo en Palma frente al Rayo Majadahonda y en el siguiente desplazamiento a Málaga, ante un rival directo por el play-off, en La Rosaleda. No le queda otra.