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Segunda División

Rivales para todos los gustos en un final apasionante

El Mallorca debe jugar seis partidos fuera de Son Moix y cinco ante su afición, en un calendario asequible

Pendín felicita al final del partido a Raíllo, autor del gol de estrategia. lof

El Mallorca entra en la hora de la verdad con todas sus aspiraciones intactas y mirando al calendario que le espera hasta la última jornada, el 9 de junio. De los once partidos que quedan -no cuenta el Reus, al que debía enfrentarse el 6 de abril correspondiente a la trigesimotercera jornada-, el equipo de Moreno debe disputar seis lejos de Son Moix y cinco en casa, ante rivales de todo tipo.

La mitad de los desplazamientos son ante rivales que se encuentran en zona de descenso y que pueden estar desahuciados en el momento en que les visite el Mallorca. El primero de ellos es el Córdoba, el próximo día 31. Penúltimo con 22 puntos, tiene la salvación a diez, y el próximo fin de semana visita Cádiz, que puede acabar de rematarlo. El 14 de abril visita al Numancia, que se encuentra en zona de nadie y prácticamente sin objetivos. El 12 de mayo el Mallorca viaja a Tarragona, un lugar especial para Moreno, y que también puede recibir a los rojillos con pie y medio en Segunda. Y cierra la temporada en Almendralejo, ante el Extremadura que, según cómo transcurran las próximas jornadas, puede ser ya equipo de Segunda B.

A priori se presentan más complicados los rivales que deben visitar Son Moix. El primero de ellos es el Zaragoza, el lunes 25 de marzo, un equipo que, pese a atravesar un mal momento, hay que desconfiar. El Rayo Majadahonda, el 21 de abril, no debe ser un rival que presente excesivos problemas. No así Sporting, todavía con opciones de luchar por la sexta plaza; Almería, noveno con 44 puntos y que vendrá a Palma a apurar sus opciones y, sobre todo, el Granada en la penúltima jornada. Con 57 puntos, aventaja en cuatro al tercero, el Albacete. El 2 de junio, fecha en que visitará Son Moix el conjunto andaluz, ya puede ser equipo de Primera División, por lo que llegaría a Palma con los deberes hechos y sin ningún tipo de preocupación.

Lo cierto es que, independientemente de la calidad del rival, en Segunda cualquiera es capaz de aguarte la fiesta, y donde esperas ganar fallas y, al revés, ante rivales teóricamente superiores, ganas. El calendario no es excesivamente exigente ya que el equipo ya ha jugado ante seis de los siete primeros clasificados.

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