Dicen que el fútbol es posiblemente el deporte más injusto que hay. Puedes dominar un partido de cabo a rabo, crear infinidad de jugadas de peligro y, en una contra, el rival que ha estado agazapado en su área todo el partido, te la clava. No ha sido el caso esta tarde, afortundamente para el Mallorca. Pero el partido ha sido un poco como queda descrito. Tras una primera parte en la que no ha pasado nada, en la segunda el Mallorca se ha puesto las pilas y ha obtenido el premio del gol en el minuto 67. Ha sido Estupiñán el que ha marcado al aprovechar en un saque de esquina en corto de Salva Sevilla.

Antes de ese gol ha pasado muy poco. Sobre todo en una primera parte insulsa, de lo peor que se ha visto esta temporada en Son Moix, si no la peor. Parecía que el equipo se quedaba sin ideas ante un rival muy bien armado, un equipo Anquela en toda regla, defendiendo con cinco zagueros y una línea de cuatro centrocampistas muy juntitos para no dejar ningún hueco por el que pudieran pasar los rojillos.

El Mallorca afrontaba el partido ante el Oviedo como una de sus últimas oportunidades para seguir enganchado a la sexta plaza, por mucho que Moreno diga lo contrario y que queda mucha tela que cortar. Es verdad, pero ya se sabe que el fútbol es un estado de ánimo, y no es lo mismo verse a uno o tres puntos del objetivo que a cinco o más. Se corre el peligro de caer en la rutina,sin objetivos por los que luchar, y de rebote contagiar a la afición.

Nada pasaba en una primera parte para olvidar. Los jugadores se movían sobre el césped con el único objetivo de anular al rival. Nada pasó en el área de Reina, un espectador más, ni en la de Champagne, que tampoco fue exigido por los rojillos. La única acción de cierto peligro se produjo en el minuto 37 cuando Budimir ha robado el balón a un defensa. Todo parecía propicio para que le diera un regalo a Álex López, pero le ofreció una sandía en vez de un balón. El esférico llegó a Dani Rodríguez y su disparo se ha ido alto. Champagne seguía sin tocar el balón. El detalle que explica sin más matices lo mal que estaba el Mallorca.

Como ha ocurrido en tantas ocasiones, sin ir más lejos el pasado domingo ante el Elche, todo el mundo esperaba una reacción en la segunda parte, que se viera una mayor intención por querer ganar el partido. Y así ha sido. El equipo ha salido con otra actitud. Seguía el equipo sin obligar a intervenir a Champagne, pero por ganas no quedaba. Salva Sevilla tuvo la opción en un robo de balón de Dani Rodríguez en el centro del campo, pero el almeriense ha enviado el balón a las nubes. Tres minutos después ha sido Stoichkov, que acababa de entrar en sustitución de Álex López, el que ha rematado flojo un centro de Salva Sevilla. Ya no quedaban dudas de que era otro Mallorca. Y el mismo Oviedo, sin una pizca de ambición. El empate le fue bien desde el pitido inicial.

Y cuando sales a empatar, lo normal es que pierdas. Al Oviedo le castigó su falta de ambición. En el minuto 67 se decantaría la balanza a favor de los locales en un saque de esquina lanzado en corto por Salva Sevilla a Estupiñán.El joven ecuatoriano no se lo ha pensado dos veces y, con la zurda, ha marcado lo que iba a ser el único gol del partido. Se ha hecho justicia.

Con el gol se podría haber acabado el partido. El Oviedo se ha rendido y parecía no estar dispuesto a presentar batalla ante un rival que se le anticipaba siempre, más dispuesto con la pelota y sin ella. Ha merecido el segundo el Mallorca, sobre todo en las botas de Budimir, que tiene al público entregado. En el minuto 80 ha protagonizado la jugada del partido, que ha merecido acabar en gol. Como si de un esquiador se tratara, ha hecho un slalon detrás de otro, mareando a su par, para culminar con un disparo que ha obligado a Champagne a realizar la parada de la tarde. Budimir es un futbolista de Primera División. Indiscutible para Moreno, el croata posee una calidad innata, con una zurda que parece un guante y una técnica impropia de un jugador de su estatura. Hoy no ha marcado, pero se ha metido a la afición definitivamente en el bolsillo, por si no lo estaba ya.

El Mallorca ha sumado tres puntos vitales, que valen un poco más ante el Oviedo ya que se le ha ganado el golaverage particular. El Mallorca sigue en la lucha y ha demostrado que no está dispuesto a bajarse de la pelea hasta que no le queden fuerzas.

CONTENIDO_RELACIONADO

  • Así te hemos contado el partido
  • Así está la clasificación de la Liga123

FIN_CONTENIDO_RELACIONADO