"Si me dan a elegir, evidentemente siempre preferiría jugar en superioridad numérica, pero eso tampoco garantiza nada". Cuando Vicente Moreno pronunció ayer estas palabras, el valenciano debió acordarse de los tres partidos en los que, a lo largo de esta temporada, el Mallorca ha jugado contra diez o menos jugadores y no ha sido capaz de sumar los tres puntos.

El Extremadura en la décima jornada, el Cádiz en la vigésimo tercera y ayer ante el Elche, en la vigésimo octava, han sido los tres equipos capaces de sumar ante el conjunto bermellón, pese a verse en inferioridad numérica sobre el terreno de juego.

Tras la expulsión de Qasmi de ayer en el minuto 65, el conjunto rojillo, que ya había empatado el encuentro gracias al solitario tanto de Budimir (min. 55), se lanzó al ataque. Los de Moreno presionaron a un Elche que cerró líneas y consiguió hacer frente al asedio bermellón para acabar llevándose un punto de Son Moix. El Mallorca fue incapaz de transformar sus ocasiones y se tuvo que conformar con un empate que supo a poco.

Mucho más sangrante fue el caso del partido ante el Cádiz. En aquella ocasión los rojillos se adelantaron en el Ramón de Carranza con un tanto de Stoichkov en el minuto 37. Acto seguido la expulsión de Jairo (min. 38) ponía las cosas muy de cara para los de Vicente Moreno, pero incomprensiblemente los isleños se dejaron empatar a través de un tanto de Garrido en el 84. Tres minutos después Marcos fue expulsado y el Mallorca acabó jugando ante nueve, una superioridad que no se plasmó en el luminoso (1-1).

Los problemas del conjunto mallorquinista cuando juega con uno más sobre el verde se iniciaron en la jornada 10 ante el Extremadura. En aquel encuentro el Mallorca se adelantó gracias a un gol de Aridai en el 58. Aitor vio la roja solo doce minutos después. Jugando en casa y ante diez, todo hacía presagiar que el equipo rojillo sumaría un nuevo triunfo como local, pero en el descuento (min. 94), Kike anotó desde los once metros para poner las tablas en el marcador. El Mallorca volvió a demostrar que la superioridad numérica, en ocasiones, puede ser incluso un problema.