La derrota del Mallorca en Albacete (2-0) ha provocado que baje dos puestos en la clasificación y se coloque noveno, una posición que no había pisado esta temporada. Los bermellones jamás habían estado tan abajo en la tabla desde que empezó el campeonato, el ya lejano 19 de agosto, con el triunfo ante Osasuna (1-0).

Los números, que nunca se pueden maquillar, evidencia que la trayectoria de los bermellones está siendo buena y está por encima de las expectativas despertadas en verano, sobre todo teniendo en cuenta que el equipo viene de la Segunda B.

Los puestos de play-off de ascenso a Primera División están a solo dos puntos, aunque es cierto que, cuando el Mallorca mira el retrovisor, tiene más cerca a los equipos que le persiguen. Uno de ellos era el Oviedo, pero su triunfo ante el Elche en el tiempo de descuento (1-2) ha hecho que se ubique en la sexta plaza y también desplace un puesto al Alcorcón y Cádiz.

Los baleares han transitado en las veintincinco jornadas en la parte media alta de la clasificación. De hecho, ha estado dos veces en la segunda plaza, que da acceso al ascenso directo y ocho en el play-off, mientras que en el resto de semanas siempre había ocupado el séptimo u octavo puesto. Hasta ayer.

Ser novenos por primera vez puede resultar anecdótico, sobre todo si esta sexta plaza que da el billete a luchar por subir a la elite sigue estando cerca, que es el caso. El calendario se le allana considerablemente a los bermellones en las próximas jornadas, por lo que si sigue con el pie apretado en el acelerador, como demuestra en Son Moix, lo normal es que solo pueda mejorar posiciones y mire hacia arriba.

El Almería, el Sporting de Gijón e incluso el Las Palmas están al acecho, por lo que el Mallorca no puede bajar los brazos si quiere seguir la estela de los mejores cuando faltan cuatro meses de competición.