Era uno de los alicientes del encuentro ante el Alcorcón. El debut en casa de Budimir como titular estaba tan cantado como que Leo Suárez y Stojiljkovic tendrían que esperar su oportunidad en la segunda parte. Son los tres refuerzos del mercado invernal de un Mallorca que espera elevar su nivel con ellos.

Y los focos no tardaron en apuntar al delantero cedido por el Crotone, aunque el club se reserva una opción de compra. Budimir fue el gran beneficiado de la discusión entre Aridai y Lago para lanzar el penalti ya que la decisión salomónica fue que lo lanzara él para que el conflicto no fuera a mayores. Y mostrando una gran personalidad y valentía apostó por tirarlo a lo Panenka. Y entró, a pesar de que su bota tocó el césped en el golpeo.

Como dijo el técnico Vicente Moreno en la sala de prensa, lo importante es que fue gol. Fue el primer tanto como bermellón de un ariete que no estuvo especialmente inspirado durante el choque, aunque dejó detalles para la esperanza, y que volvió a ser protagonista en la segunda parte. Fue expulsado en el minuto sesenta y ocho tras ver la segunda amarilla por un supuesto codazo que solo vio el colegiado. "Es la primera vez que me expulsan", reconoció en privado Budimir, que será baja en el Carlos Belmonte de Albacete.

El Mallorca resistió hasta el final con un jugador menos y dos de ellos también eran seguidos con lupa. Leo Suárez y Stojiljkovic recibieron una enorme ovación cuando saltaron al césped, aunque podría haber sido mucho mayor si el serbio hubiera definido una gran ocasión. La mejor carta de presentación posible estuvo en sus botas, pero se quedó con las ganas. El argentino envió un soberbio pase entre cuatro defensas al espacio y el ex del Estrella Roja se plantó ante Dani Jiménez, pero tiró al muñeco.

Suárez arrancó aplausos con algún gesto técnico más, una circunstancia que invita a ilusionarse con su talento en lo que queda de campeonato. Han llegado para rendir. Ahora ya depende de ellos. Tienen tiempo más que suficiente.