La notoria decaída del nivel de juego del Real Mallorca en los últimos partidos corre de la mano del bajón que ha experimentado una de sus piezas fundamentales, el centrocampista Salva Sevilla. Cuando el futbolista almeriense falla, el conjunto bermellón tiene todos los números de caer con él. El Mallorca baila al son que marca el de Berja, pero si el andaluz no señala el ritmo, el equipo se desbarata.

Los de Vicente Moreno han perdido tres de los últimos cuatro partidos que han disputado y, aunque mantienen la octava posición, su nivel de juego ha decaído. Los mallorquinistas han sido derrotados por Málaga (1-2), Sporting de Gijón (1-0) y en la pasada jornada por el Almería (2-0), una derrota, la sexta de la temporada, que ha encendido todas las alarmas.

En los Juegos Mediterráneos, el pasado domingo, es donde se hizo más patente la dependencia que el equipo rojillo tiene de su faro. El Almería llevó a cabo una presión asfixiante en la salida del balón y provocó que la pelota quemara hasta al propio Salva Sevilla. El centrocampista andaluz, poco dado a errores, se vio sobrepasado por el rival, lo que motivó una absurda pérdida del balón que desembocó en el segundo penalti a favor de los locales.

Ante el Almería, Sevilla tuvo que exprimirse también en labores defensivas, un apartado que normalmente corre de la mano de su compañero de filas Marc Pedraza. Frenado en sus quehaceres de creación, al Mallorca se le vio totalmente desubicado en el campo, falto de ideas y sin juego ofensivo por las bandas.

En el último partido de 2018, en la victoria ante el Nàsticvictoria ante el Nàstic, Salva se erigió como capitán de máquinas del equipo. El futbolista de 34 años ordenó y mandó a su antojo. Mantuvo a todos sus compañeros al quite y levantó a la afición de su asiento cuando fue sustituido por Baba en el minuto 88.

Sin embargo, frente al Sporting de Gijón en la jornada 18, Salva Sevilla tampoco disputó un encuentro para enmarcar. El andaluz trató de hacer daño como pudo con sus pases, pero se quedó con las ganas de encontrar el premio. El Mallorca sufrió un fuerte golpe de autoestima y sumó su quinta derrota de la temporada.

Hasta hace poco Salva Sevilla lideraba la Segunda División en la clasificación de máximo asistente y mayor recuperador de balones, unos números que han ido menguando con el paso de las jornadas. El Mallorca necesita al mejor Salva Sevilla para seguir enrolado en la parte alta de la tabla. Si su futbolista falla, el equipo se queda en nada.