Un precedente con más de un siglo de antigüedad. En el fútbol siempre suceden cosas imprevisibles, como que se señalen tres penaltis en contra de un mismo equipo y, además, que dos de ellos no acaben en gol. Esto le sucedió ayer al Mallorca en Almería en un partido para olvidar a pesar de las dos paradas del portero Manolo Reina, que solo sirvieron para maquillar el resultado adverso (2-0). Para encontrar un hecho similar hay que remontarse más de cien años atrás.

Según afirma Xesc Ramis, autor del 'Diccionario de jugadores del Real Club Deportivo Mallorca', la anterior ocasión que el equipo fue víctima de tres penaltis fue el 14 de octubre de 1917. "Fue en la final de la segunda Liga Catalana contra el Ateneu Palafrugellenc FC. Ese día también se marcó el primero y se fallaron los otros dos, aunque no sé si parados", explica en declaraciones a este diario. "Pero en aquella ocasión el resultado fue victoria del Alfonso XIII por 1-3 en un encuentro que se disputó en Barcelona", precisa.

Uno de los héroes del partido, según las crónicas de aquel día, fue el cancerbero Victoriano Ferrà, aunque no se detalla si despejó los tiros o se fueron directamente fuera. En el estadio Juegos Mediterráneos Manolo Reina paró los disparos de Álvaro Giménez y Aguza, cometidos por Raíllo y Estupiñán, y no pudo hacer nada para repeler el que también lanzó Álvaro Giménez, justo antes del descanso y que había provocado Valjent.

Solo hay otros dos porteros que han parado dos penaltis en un mismo duelo en la historia del Mallorca. Fue Roberto, a los tiros de Pruden, en un choque ante el Real Zaragoza, disputado el 6 de febrero de1949, y casi dos años después, el 7 de enero de 1951, Manzano evitó los goles de Sevilla y Castillo, jugadores del Atlético Tetuán.

Han tenido que pasar 68 años, menos un día, para que un guardameta bermellón haya detenido dos penas máximas el mismo día. La pena para Reina es que no sirvió absolutamente para nada. Solo para alimentar la centenaria historia del Real Mallorca.