Javier no olvidará jamás el partido ante el Nàstic. El mallorquinista, de solo diez años, recibió de manos de Xisco Campos el brazalete de capitán antes de darle un gran abrazo. Este gesto, que se produjo cuando los jugadores se acercaron a la grada Lluís Sitjar tras el encuentro, llegó al corazón del joven abonado, tal y como explicó emocionado su padre, Tomás Magán, en Twitter: "El meu fill no cap dins ell... Ja no fa falta arribin els Reis. (Mi hijo no cabe dentro de sí... Ya no hace falta que lleguen los Reyes)". El club no perdió la oportunidad de felicitarse por el detalle de uno de sus futbolistas más carismáticos en las redes sociales: "Regalàs del nostre capi (Regalazo de nuestro capitán)".

El progenitor confiesa, en conversación con DIARIO de MALLORCA, que su hijo, que lleva las gafas de color rojo en honor al club, no se podía creer lo que acababa de suceder. "Se puso a temblar, estaba muy feliz y lo noté cuando le hice la foto con el brazalete", expresa antes de desvelar que Javier, que juega en los alevines de primer año del Campusesport de la UIB, no suelta el regalo de Xisco Campos. "Ha dormido con él", cuenta. "Fue algo espontáneo, no le conocíamos personalmente, pero es algo que ya no se nos olvidará jamás", finaliza orgulloso.