Manolo Reina es, junto al capitán Xisco Campos, la voz de la experiencia en el vestuario de Son Bibiloni. Por eso ayer se apresuró a reclamar prudencia acerca de los objetivos del equipo tras una primera vuelta en la que no ha bajado de la octava posición. "Somos muy ambiciosos y, aunque estemos en el Mallorca, venimos de Segunda B. Hay que llegar a los cincuenta puntos y después ya veremos en qué jornada llegamos a esa puntuación y de qué manera podemos pelear", dijo ayer en la sala de prensa de Son Moix, evitando hablar de una hipotética lucha por el ascenso.

El portero, que regresó a la titularidad tras perderse por lesión las últimas seis jornadas, desconfía del colista Nàstic de Tarragona, rival mañana de los bermellones en Son Moix. "Al margen del rival, sea cual sea, tenemos que fijarnos en nosotros y no bajar la guardia. Esto es Segunda y, si te relajas, te pegan un palo. Hay que correr y trabajar más que nadie", destacó.

El andaluz se felicita por la buena trayectoria del Mallorca en este inicio de curso, a pesar de las dos últimas derrotas ante el Málaga (1-2) y Sporting (1-0), y pide un esfuerzo más ante los catalanes para disfrutar las vacaciones de Navidad. "Ha sido un año muy bonito para todos los mallorquinistas y hay que terminarlo de la mejor manera posible. Si llegamos a los 30 puntos nos mereceremos pasarlo bien en Navidad", resaltó convencido.

El Nàstic no es un adversario cualquiera para el cancerbero, ya que militó durante tres temporadas en el conjunto catalán. "El equipo de ahora es muy diferente del que estuve. Allí he vivido cosas muy especiales, es un club al que le tengo cariño y por eso será un partido especial", apuntó antes de lanzar un aviso sobre las dificultades del duelo que despedirá el año ante el actual farolillo rojo. "Será un rival más difícil de lo que dice la clasificación, tiene muy buenos jugadores, pero nosotros tenemos que hacer como hemos hecho en todos los partidos, salir e intentar ganar el partido para dar una alegría a nuestra gente", señaló. Reina, que cuajó una buena actuación en su reaparición en El Molinón, considera que su sustituto estuvo a un buen nivel. "Miquel Parera es un buen portero y lo ha hecho bien. Yo estoy bien, he estado en los plazos marcados de la lesión, aunque quería recuperarme lo más rápidamente", finalizó.

Por otra parte, Aridai se ejercitó ayer con normalidad con el resto de sus compañeros y todo apunta a que podrá jugar ante el Nàstic.