Vicente Moreno no ocultó ayer su resignación al ser sancionado con dos partidos por su expulsión de la pasada jornada ante el Málaga. Eso significa que no podrá dirigir a sus jugadores desde el césped de El Molinón en el partido ante el Sporting de mañana, ni tampoco en el de Son Moix, en el duelo del 21 de diciembre ante el Nàstic. "El no poder estar en el banquillo hará que sea un partido muy extraño para mí, seguro que me dará mucha impotencia. Me gusta estar cerca de los jugadores y, aunque si les preguntas a los futbolistas soy muy pesado, yo siempre quiero estar ahí. Pero al final estará el resto del cuerpo técnico y tampoco será un gran problema. El problema será para mí que lo sufriré", argumentó el técnico del Mallorca. "Además me parece una situación muy injusta, pero es lo que hay. Tengo la sensación de que se te juzga antes de ir al comité. Intentaremos ser más sumisos y ni siquiera hablar para evitar problemas", añadió visiblemente molesto.

El valenciano considera al conjunto asturiano un rival especial. "Es un partido muy atractivo para nosotros porque vamos a un campo histórico y jugamos contra un equipo que en las últimas jornadas ha obtenido muy buenos resultados. No va a ser fácil. Este año no han perdido ningún partido en casa y nosotros buscaremos romper esa estadística. Vamos allí con la ilusión de sacar los tres puntos", apuntó ambicioso.

Moreno, que no quiso desvelar si contará con Aridai, todavía con molestias musculares, desconfía de los gijoneses, que han mejorado sus resultados con la llegada al banquillo de José Alberto López. "Lo que he visto estas últimas semanas es que es un equipo que hace muy bien las cosas y en algunos aspectos es muy parecido a nosotros. Estoy convencido de que con la buena plantilla que tiene el Sporting al final va a estar ahí arriba. Ahora tienen un entrenador que conoce muy bien a los jugadores", comentó.

Ambición

Eso sí, el de Massanassa tiene claro que tienen opciones de triunfo. "El Sporting hace muchas cosas bien y es muy peligroso. Pero al final lo que me preocupa es mi equipo, que estemos bien, atrevidos y que saquemos el potencial que tenemos, y si es así, podremos luchar por la victoria", subrayó esperanzado.

Preguntado acerca de si mantendrá a Parera en la portería o apostará por el regreso de Reina, el bermellón no se mojó. "Tengo la decisión tomada, pero tenemos que estar tranquilos. Si elegimos a uno u otro, siempre lo hacemos pensando qué es lo mejor para el equipo. El que no juegue tendrá que esperar su oportunidad, que como hemos visto en estos meses puede llegar en cualquier momento. El partido de Málaga no condiciona la decisión en este aspecto. Cada semana es un mundo y nadie tiene el puesto asegurado", resaltó.

Por otra parte, el técnico lamenta la situación del Reus, que puede ser expulsado de la competición por impagos a la plantilla. "He vivido una situación muy parecida a la que está sufriendo el Reus cuando estaba en el Xerez y entiendo lo que pueden estar sufriendo los jugadores y los aficionados. Es una pena que se dé una situación así y espero que se solucione por el bien de todos. Y después de forma egoísta esperar que la solución a este problema no adultere la competición", reflexionó. "Llegar a un punto que guste a todos va a ser complicado y espero que se arregle de la mejor manera posible. Lo mejor sería que el Reus pudiera seguir en la Liga", finalizó.