Fue tan mágico como inesperado, pero es un momento que ya quedará para siempre en la retina de esta temporada 2017/2018. Ni era una final, ya que apenas se disputó la jornada diecisiete, ni el resultado era determinante para ningún objetivo, pero la afición del Mallorca, tan criticada en muchas ocasiones por su frialdad, tuvo una reacción espontánea para el recuerdo. Quizá por eso, cuarenta y ocho horas después, sigue teniendo tanto calado. Abdón acababa de fallar una de esas ocasiones imperdonables. Todo apuntaba a que sería imposible evitar la derrota ante el todopoderoso Málaga ya que quedaban dos minutos para el final y el resultado era de 1-2. Y, entonces, muchos de los 9.463 espectadores se levantaron de sus asientos, empezaron a aplaudir y entonaron el eterno ¡¡¡Mallorca, Mallorca!!!

Este gesto de orgullo, tan poco habitual en la derrota, era la respuesta de una afición que se rendía al esfuerzo de un grupo de jugadores que hicieron de todo y más para vencer. Un mensaje de amor y agradecimiento que trasciende la obligación semanal de ganar. Se escapaba la oportunidad de afianzarse en los puestos de play-off de ascenso y de adelantar en la clasificación a los andaluces. Además, la indignación con el árbitro vasco Aitor Gorostegui Fernández, que había expulsado poco antes al técnico Vicente Moreno, flotaba en el aire, pero en ese instante todo eso dio igual.

El colegiado pitó el final del encuentro y la resignación dio paso a una enorme ovación, como solo se producen en las grandes victorias, para todo el equipo. Los futbolistas estaban exhaustos, frustrados por haber sido incapaces de dar la vuelta al electrónico, pero se fueron al centro del campo para devolver el aplauso a los hinchas. No había lugar para la ira, que solo fue para el trencilla. Y eso que el palo, en una temporada en la que se vuelve a respirar ilusión, en la que se vuelven a tener ganas de consultar la clasificación y en la que se mira hacia arriba, era bastante grande. "He vivido muchos momentos emocionantes desde el césped, son 29 años así pero lo vivido ayer y más con una derrota se hace complicado recordar algo similar con una afición en pie despidiendo al equipo con una inolvidable ovación. Piel de gallina por este equipo y afición", escribió Toni Tugores, histórico delegado de campo, en las redes sociales. Sabe de lo que habla por su experiencia de centenares de partidos a pie de campo. Muchos mallorquinistas también expresaron su emoción por la reacción coral que se vivió en Son Moix, una de esas que ponen los pelos de punta.

Uno de los más aclamados, Salva Sevilla, respondió a ese cariño en su cuenta de twitter: "Los aplausos son para ustedes, afición! Gracias por su apoyo los 95 minutos. Orgulloso de mi equipo!!". Los tres puntos volaron hacia Málaga pero, por una vez, el resultado fue lo de menos.