No había ningún jugador del Mallorca que necesitara más un gol que Aridai. El rendimiento del extremo está siendo muy bueno, pero sus dos errores ante los porteros del Oviedo y Zaragoza en las últimas salidas de los bermellones, le dejaron marcado.

Moreno ya se mostró seguro el viernes en la previa del duelo ante el Numancia de que revertiría la situación. "Sus goles llegarán, apoyémosle cuando falla", dijo convencido. El centrocampista solo tardó dos días en agradecerle la confianza en el campo. El canario marcó el gol que le valió el triunfo a los suyos. Después de una buena jugada personal de Lago, que tanto tiene que agradecerle a Aridai con sus asistencias, el africano le envió un gran pase desde la izquierda. El mallorquinista se aprovechó de su velocidad y picardía para adelantarse a su marcador y meter la bota deslizándose sobre el césped para meter el 1-0. Solo habían pasado siete minutos y ya se había quitado esa espina que, como reconoció el propio entrenador, tanto le amargaba. Quizá por eso hizo un gesto, llevándose la mano a una oreja, que se podía interpretar como qué tenía que decir la afición sobre él tras esa diana. Un sector de la grada no lo entendió porque el futbolista es uno de los más queridos por la hinchada y, por supuesto, también por el entrenador, con quien se abrazó.

Ese tanto marcó las diferencias en un encuentro que no fue redondo porque Aridai se vio obligado a ser sustituido al sentir molestias musculares. Está por ver cuánto tiempo estará ausente, ya que hoy será sometido a diversas pruebas, pero todo apunta a que será baja el sábado ante el Reus, como mínimo. Un contratiempo importante para el entrenador, que le considera imprescindible en sus esquemas.

Ha marcado tres goles y ha dado cuatro asistencias que han acabado con el balón dentro de la portería. Este curso también se aplaude su capacidad de sacrificio para ayudar en defensa, un aspecto que antes no tenía tan en cuenta. Su evolución ha sido la mejor noticia de un Mallorca que sabe que ayer no marcó un gol cualquiera. Ni mucho menos.