El Mallorca exhibió ayer la pegada que tanto ha echado de menos en algunos partidos. Sirvió para tumbar al Córdoba, sumar los tres puntos y, sobre todo, para ganar en tranquilidad cuando ya se llevan trece jornadas de campeonato. Porque es cierto que los bermellones no estuvieron finos en la primera parte, pero en la segunda rayaron a un gran nivel y se hicieron merecedores del triunfo (3-0). Esta alegría, que llega después de tres empates y una derrota, sirve para alimentar la confianza en un equipo que se coloca séptimo en la tabla y que abre un hueco importante con la zona baja, un detalle que siempre hay que tener en cuenta. Los goles de Álex López, Dani Rodríguez y Lago, todos en la segunda mitad, fueron el premio a un trabajo de equipo coral y que debería ser animado por más de 7.992 espectadores, que son los que acudieron al encuentro.

Y eso que el Mallorca no estuvo cómodo en la primera mitad. La presión en la salida del balón de los visitantes, y las numerosas imprecisiones en los pases, mostraban un versión discreta de los locales. Eso sí, como casi siempre en este equipo, las ocasiones llegaron. Ya en el minuto siete Lago obligó al meta Marcos Lavín a realizar una gran intervención. Pero el Córdoba, por mucho que ocupe puestos de descenso, dio la cara. Dos tiros de Jovanovic y otro de Javi Lara dejaron claro que no había venido a ser una comparsa. Sin embargo, el meta Miquel Parera

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Los bermellones no tuvieron un juego fluido en ataque, solo hacían daño a base de fogonazos, y concedían demasiado al rival. Tanto Javi Galán como Jaime Romero hicieron daño, pero sus acciones no encontraron rematador.

El encuentro tuvo que ser interrumpido durante quince minutos, como ya sucedió el pasado 31 de octubre en Copa ante el Valladolid, por un apagón. Fue una metáfora de lo que le estaba pasando al Mallorca. El club debe trabajar a destajo para que estos papelones, ante toda España, no vuelvan a suceder.

Sin embargo, ese parón le fue bien al equipo. Con la reanudación, aumentó sus prestaciones, tampoco sin pasarse, pero lo suficiente como para estar muy cerca del gol. Un gran cabezazo de Lago, a pase de Joan Sastre, obligó a Marcos Lavín a realizar una soberbia intervención. Y en la siguiente acción, el de Porreres, que ayer actuó en la izquierda, envió una volea fuera.

Moreno dejó en el vestuario a Stoichkov, muy desafortunado, para dar entrada a Álex López. La decisión no pudo ser más acertada. El catalán marcó en el minuto cuarenta y siete tras una gran jugada por la banda izquierda de Lago, el mejor del partido. El pase del africano fue aprovechado por el delantero, que demostró su olfato metiendo la bota para batir a Marcos.

El escenario del encuentro cambió con esta diana. Incluso antes Pedraza ya había podido marcar, pero fueron Salva Sevilla, con un disparo de falta, y Raíllo, en el corazón del área, los que también lo pudieron hacer. El Córdoba se fue levantando del mazazo y De las Cuevas, tras una buena jugada de Jovanovic, desaprovechó una buena ocasión enviando el balón a las nubes. El balcánico, poco después, puso a prueba a Parera con un disparo seco, pero el cancerbero de Manacor blocó muy seguro.

Y cuando el conjunto andaluz estaba más volcado, llegó la cornada del Mallorca. En la acción anterior Buenacasa, que acababa de entrar, ya había chutado a puerta estrellando el balón en el portero. Pero en otra acción iniciada por el ex del Barakaldo, Dani Rodríguez probó con acierto un tiro ajustado que hizo imposible la estirada de Marcos.

Incluso Buenacasa, ya con el Córdoba resignado, quiso adornarse con una genial vaselina que salió fuera por poco. Lago, ya en el descuento, marcó a puerta vacía el 3-0 tras una genial jugada colectiva. Se lo había merecido. Más vale tarde, que nunca.

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