Juan Diego Molina, Stoichkov, aprovechó a la perfección su primera titularidad en el Mallorca. Lo hizo de la mejor manera posible, con un gol, el que significaba el empate justo antes del descanso y el que abría las puertas a una posible remontada. Se anticipó a toda la defensa en el saque de esquina botado por Salva Sevilla para batir a Raúl e igualar un partido que parecía perdido. Stoichkov no se conformó con el gol. Se mostró muy activo durante todo el partido y demostró toda la calidad que posee. En alguna ocasión pecó de individualista y chupó demasiado balón cuando alguno de sus compañeros estaba en disposición de recbir. Este tipo de acciones encresparon por momentos a Moreno, que ve en el jugador un diamante en bruto pero con todavía muchas cosas por pulir. Tiempo al tiempo.