Son Moix es un fortín. O debería serlo. El Real Mallorca está sacando un rédito enorme de sus actuaciones en casa. El conjunto bermellón ha sumado como local nueve de los catorce puntos que atesora hasta el momento. En el horizonte otean ahora dos encuentros consecutivos en el estadio palmesano, ante Extremadura y Las Palmas, una gran oportunidad para que el equipo que dirige Vicente Moreno tome impulso y marque tendencia.

El Mallorca se siente cómodo jugando como local. El equipo rojillo ha logrado la victoria en tres de los cuatro encuentros que ha disputado hasta el momento en Son Moix. Solo el Albacete, en la sexta jornada, le hizo hincar la rodilla (1-3). Fuera de casa, al Mallorca le cuesta mucho más. Lejos del calor de su gente, el conjunto bermellón solo ha sumado cinco de quince puntos. Ganó al Rayo Majadahonda, empató ante Lugo y Elche y perdió contra el Alcorcón y el Granada.

En la décima y la undécima jornadas, el combinado balear tiene ante sí una gran oportunidad para tomar impulso en la tabla. Asentados en la sexta posición, en puestos de play-off, los pupilos de Vicente Moreno afrontan dos encuentros consecutivos desde Son Moix - este domingo, a las 12 del mediodía, ante el Extremadura y el sábado siguiente, a las 18 horas, ante Las Palmas- donde quieren sacar un resultado positivo para no descolgarse de la parte alta de la tabla.

El gran esfuerzo, sacrificio y entrega que está mostrando el equipo en este inicio de campaña no están pasando desapercibidos para su afición. Son Moix, pese a sus modestos números de asistencia, está volcado con su equipo y el equipo responde con su afición. Esta comunión entre los futbolistas y el mallorquinismo nació la pasada temporada y se fraguó con el ascenso a Segunda. Los lazos se curten tras cada encuentro. Pierdan, empaten o ganen, los jugadores del Mallorca han mostrado siempre su agradecimiento a una hinchada que no se ha atrevido, en lo que va de temporada, a pitar ni una sola vez a ninguno de sus jugadores. El Mallorca tiene ante sí dos partidos para marcar tendencia, dos encuentros para demostar que, ante su gente, juegan con doce.