"Aridai se ha espabilado", decía un miembro de la planta noble de Son Moix hace unos días. Y eso que todavía no había visto la sensacional actuación que firmó el extremo canario el sábado ante el Tenerife (4-1). Marcó un buen gol, tras un sensacional pase de Salva Ruiz, y dio dos magníficas asistencias para que Lago y Abdón pudieran anotar. Fue sustituido en el minuto sesenta al sufrir dolor en el talón, pero se marchó a la ducha con la satisfacción del deber cumplido. Porque Aridai, que acaba de cumplir treinta años, tuvo el protagonismo que se le exige a un jugador de sus características.

Es evidente que el futbolista de Las Palmas ha dado un paso hacia adelante este curso. La llegada en verano de un jugador tan experimentado como Valcarce, que triunfó en el Numancia, elevaba la competencia en su puesto. Pero ya desde la pretemporada dejó claro que no iba a regalar una titularidad que sí disfrutó en la segunda vuelta del pasado curso, en Segunda B, tras aterrizar en el mercado invernal procedente de la Cultural Leonesa. Aridai ayudó al ascenso y quería demostrar que en la Liga de Fútbol Profesional también podía ser importante. Y eso que en las primeras jornadas tampoco brilló en exceso, quizá por eso Moreno decidió que fuera suplente en Alcorcón y ante el Cádiz.

Sin embargo, Valcarce no aprovechó su oportunidad en Santo Domingo y Aridai entendió el mensaje a la perfección. Desde entonces sus prestaciones son mucho mejores. Tiene mucha más presencia en el ataque. Es de esos jugadores que encara al rival y que incomoda con su velocidad a los centrales, virtudes que explota junto a un mayor sacrificio cuando el Mallorca no tiene el balón. "Ha hecho un esfuerzo tremendo para adaptarse a lo que le pedimos por su tipología de jugador", destacó el entrenador en la sala de prensa cuando fue preguntado por su pupilo.

Ahora se ha convertido en indiscutible, por mucho que el preparador haya demostrado que no se casa con nadie. El futbolista es consciente de que si sigue en este nivel, con goles y asistencias, nadie le va a apartar del césped.