Llegado el minuto 89 de partido, el Real Mallorca acumulaba ocasiones claras de gol con Castro, Abdón, Aridai, Lago Junior y Fran Gámez como protagonistas; ocasiones de esas que en un día de gracia te dejan una goleada en casa para disfrutar.
Pero entre la falta de puntería, los errores en la ejecución final eligiendo mal el último golpeo o las intervenciones del portero contrario, que para eso le pagan, no hubo manera, de ahí que se llegara a ese minuto casi final, previo al tiempo de prolongación, con empate a cero y un saque de esquina a favor.
Pues el fútbol es eso, una última jugada que resuelve todo lo que antes no se ha podido lograr.
Saca desde la esquina un brillante, una vez más, Salva Sevilla, y remate a gol, esta vez sí, de Álex López para dejar el partido en el 1-0 que le da los tres puntos al Mallorca, que ya suma nueve de doce.
Hizo bueno el equipo bermellón el famoso dicho de que 'tanto va el cántaro a la fuente, que al final se rompe', y fue así para hacer justicia futbolística porque el equipo mallorquinista fue mejor que el Cádiz, sobre todo en la segunda parte.
Este Mallorca va rompiendo cántaros a base de golitos: 1-0, 0-1 y 1-0 en sus tres victorias y 1-0 en su derrota. Ya dije en este espacio que el 'unocerismo' sería la tónica del año.
