A buen seguro que Pedro Colombás, a quien el mallorquinismo le tributó uno de los minutos de silencio más emotivos que se recuerdan en Son Moix, estará feliz desde el cielo. Imposible arrancar mejor una temporada, sobre todo si es la del regreso a la Liga de Fútbol Profesional. El Mallorca conquistó ayer una victoria merecida a todas luces ante un inferior Osasuna (1-0) gracias al gol de Abdón Prats y que sirven para empezar con el pie derecho una temporada que se antoja tan apasionante como complicada. Pero si los bermellones despliegan el buen fútbol de muchos momentos del encuentro, con hambre en ataque y ordenado en defensa, los tres puntos caerán de su lado muchas más veces.

Sí, es cierto que ganó de penalti, pero dejó algunos detalles que invitan a pensar que este equipo está para competir contra cualquiera en esta bien denominada 'Primera División B'. Y eso que diez de los once que saltaron al césped vienen de la Segunda B, pero solo se hubiera distinguido mirando el currículum de cada uno de ellos. A nadie le quemó el balón y nadie ahorró un esfuerzo. Ese es el camino. Y el ejemplo es el de Abdón, que demostró personalidad al querer lanzar el penalti que dio la victoria y que dio un recital de entrega y compromiso. Pero lo bueno es que sus compañeros, con los Lago, Fran Gámez y compañía, también. Faltó puntería, un asunto que en esta categoría es determinante, pero Vicente Moreno ya lo sabía desde el primer día de la pretemporada.

Al Mallorca no le pesó para nada la categoría. Empezó con intensidad y con ganas de hacer las cosas bien y, si no hubiera sido por el buen hacer del portero Juan Pérez, o por el punto de mira desviado de los rojillos, el 1-0 hubiera subido al marcador mucho antes. Paró a Lago en el minuto 4, a Abdón en el 12, a Castro en el 15 y vio cómo un remate de cabeza de Abdón se iba fuera por poco. Por su parte, Osasuna solo se dejó ver en el 35 con una gran ocasión de su capitán Oier, cuyo disparo se fue fuera por poco. Hasta que en el minuto 43, después de una recuperación de Fran Gámez en el interior del área, Castro fue arrollado por Unai. El árbitro no lo dudó y Abdón elevó los decibelios de un Son Moix que estuvo muy animado durante todo el duelo.

En la segunda parte el equipo de Jagoba Arrasate tuvo más el balón, pero con el permiso del Mallorca. La entrada de Baba -qué buena pinta tiene este joven jugador- por Castro añadió más presencia en el centro del campo. Mientras Moreno quitaba delanteros, su colega los ponía. Y a falta de veinte minutos dio entrada al canterano de Son Bibiloni Brandon, que se llevó una gran ovación de la que fue su afición. El jugador de Cala d'Or tuvo su oportunidad a diez minutos del final, pero su disparo fue detenido por Reina.

En los minutos finales el Mallorca se dedicó a defender la cada vez mayor presencia del rival en el área rojilla. Pero Osasuna seguía espeso y sin ideas. El calor empezaba a hacer mella en los jugadores de los dos equipos. Moreno dio entrada a Valcarce y Faurlín por Aridai y Pedraza y el equipo resistió, aunque con un monumental susto final. Nacho Vidal remató de tijera al fondo de la portería, pero el colegiado interpretó que era juego peligroso en su acción, ya que Xisco Campos estaba justo a su lado. Fue el único momento en el que el estadio se quedó mudo en una tarde feliz para los hinchas y para un equipo que, con el propietario Robert Sarver en el palco, invita a estar esperanzado en que la temporada no será un calvario. Lo de ayer fue toda una declaración de intenciones.